Contradicciones y el dolor: Tiroteo a la Guardia Nacional Washington DC

Análisis del tiroteo a la Guardia Nacional Washington DC ocurrido el 26 de noviembre de 2025, que dejó dos agentes en estado crítico. Detalle de las reacciones oficiales contradictorias y el contexto del despliegue militar.
Contradicciones y el dolor: Tiroteo a la Guardia Nacional Washington DC

Washington D.C. fue sacudido por la violencia este miércoles 26 de noviembre de 2025, cuando dos miembros de la Guardia Nacional resultaron gravemente heridos muy cerca de la Casa Blanca. El incidente desató confusión oficial y provocó la inmediata condena del presidente Donald Trump. Este tiroteo a la Guardia Nacional Washington DC, en una de las zonas más protegidas del país, pone nuevamente en relieve el controvertido despliegue militar en la capital.

La cronología del ataque y el caos informativo

Los disparos se produjeron en la tarde, alrededor de las 14:15 hora local, en una zona extremadamente sensible de la capital estadounidense. Según los reportes, el tiroteo ocurrió específicamente en la esquina entre la calle 17 y la calle I, en el noreste de Washington, a pocos pasos de la residencia presidencial. Otro informe señaló la ubicación como la esquina de las calles 17 y H, en el cuadrante noroeste de la ciudad, aproximadamente a dos cuadras al noroeste de la Casa Blanca.

Un testigo explicó a la cadena de noticias local Fox 5 que se oyeron dos disparos, tras lo cual la gente comenzó a correr. Otra mujer citada por la agencia Reuters escuchó dos detonaciones y luego gritos de socorro, observando además a agentes del Servicio Secreto de EE. UU. persiguiendo a una persona con una sudadera con capucha.

El ataque y los heridos

Los dos agentes de la Guardia Nacional de Estados Unidos, que fueron identificados como soldados de Virginia Occidental, quedaron en estado crítico. Un informe detalló que uno de los miembros de la Guardia Nacional recibió un disparo en la cabeza. Los socorristas, incluyendo la Fuerza de Tarea Conjunta de DC y los Servicios de Bomberos y Emergencias de DC (Vito Maggiolo, oficial de información pública), transportaron a las tres personas, incluyendo al sospechoso, a un hospital. Al menos un helicóptero de la Policía del Parque del Capitolio de EU aterrizó en el complejo de monumentos National Mall para evacuar a una víctima.

Un sospechoso fue arrestado por la policía. Según un funcionario policial que habló con The Associated Press bajo condición de anonimato, el sospechoso también recibió un disparo, pero sus heridas no se creen que pongan en peligro su vida. Este individuo se encuentra bajo custodia y será interrogado para determinar el móvil del ataque, que las autoridades no han esclarecido, aunque la alcaldesa Muriel Bowser lo describió como un “tiroteo selectivo”.

Contradicción oficial: ¿muertos o críticos?

Tras el incidente, la información inicial sobre el estado de los agentes fue contradictoria, generando confusión inmediata.

  • El gobernador de Virginia Occidental, Patrick Morrisey, informó inicialmente en redes sociales que los dos soldados habían muerto, una información que rápidamente fue difundida.
  • Sin embargo, las autoridades federales rectificaron la información. El director del FBI, Kash Patel, declaró que ambos guardias nacionales todavía estaban vivos y se encontraban en estado crítico.
  • La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, informó del ataque y pidió oraciones por los dos guardias nacionales que fueron baleados.
  • Posteriormente, la oficina del gobernador Morrisey se retractó de la declaración, afirmando que estaban recibiendo informes contradictorios.
  • La alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, también informó que los miembros de la Guardia se encontraban en estado crítico en un hospital.

El director del FBI, Kash Patel, le aclaró a la prensa que los dos guardias nacionales se encontraban gravemente heridos, no muertos, y declaró: “Dos de nuestros valientes miembros de la Guardia Nacional fueron atacados en un espantoso acto de violencia. Recibieron disparos. Se encuentran en estado crítico”.

La reacción presidencial y la condena al agresor

El presidente Donald Trump reaccionó al ataque desde Florida, donde se hallaba en su mansión en Mar-a-Lago en la víspera del Día de Acción de Gracias. La secretaria de prensa Karoline Leavitt, señaló que “la Casa Blanca ha sido informada de esta situación trágica y el presidente (Donald Trump) se mantiene al tanto”.

A través de su red Truth Social, el mandatario condenó el ataque, prometiendo un “duro castigo”. Trump aseguró que el atacante «pagará un precio muy alto” por lo ocurrido.

El presidente escribió en un mensaje contundente:

> “El animal que disparó a los dos guardias nacionales, ambos gravemente heridos y ahora en hospitales separados, también está gravemente herido, pero, a pesar de todo, pagará un precio muy alto.”

Agregó también un mensaje de apoyo institucional: “Que Dios bendiga a nuestra Gran Guardia Nacional y a todas nuestras Fuerzas Armadas y del Orden. Son personas verdaderamente extraordinarias. Yo, como presidente de los Estados Unidos, y todos los asociados con la Oficina de la Presidencia, ¡estoy con ustedes!”.

El líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer, escribió en redes sociales que estaba “monitoreando de cerca” el tiroteo y que su “corazón se rompe por las víctimas de este horrible tiroteo”.

El contexto de seguridad: el polémico despliegue

La presencia de la Guardia Nacional en la capital ha sido un tema polémico durante meses, alimentando un debate de política pública más amplio sobre el uso de las fuerzas armadas para combatir la criminalidad.

La Guardia Nacional fue desplegada en Washington en agosto pasado por orden del presidente Trump, con el argumento de combatir la criminalidad en la ciudad, que el mandatario ha descrito como una de las más violentas del país. La orden presidencial de emergencia federalizó la fuerza policial local y envió tropas de la Guardia Nacional de ocho estados y del Distrito de Columbia.

Aunque la orden expiró un mes después, las tropas permanecieron en la ciudad.

Las actividades de los soldados han sido variadas, incluyendo:

  • Patrullajes en vecindarios y estaciones de tren.
  • Participación en retenes en caminos.
  • Asignación a la recolección de basura.
  • Vigilancia de eventos deportivos.

La semana pasada, un juez federal ordenó el fin del despliegue, pero suspendió su propia orden por 21 días para dar tiempo al gobierno federal para retirar las tropas o apelar la decisión. El ataque a los guardias nacionales, elementos cuyo despliegue era ya legal y políticamente impugnado, subraya la tensión en la capital.

La alcaldesa Muriel Bowser, cuyo portavoz dijo que el gobierno local estaba monitoreando activamente la situación, había pasado la mañana en un evento de Acción de Gracias y luego realizó una conferencia de prensa para explicar por qué no se postularía para la reelección.

El hecho, descrito por el gobierno como una “situación trágica” debido a su cercanía con la Casa Blanca, mantiene la zona asegurada mientras las autoridades continúan las investigaciones para determinar si el ataque fue un acto aislado o si tenía un objetivo específico dentro del ya tenso ambiente de seguridad en Washington.

¿Hasta qué punto el despliegue militar para combatir el crimen en Washington está exponiendo a los miembros de la Guardia Nacional a riesgos que rebasan su mandato original, y cómo afectará este tiroteo selectivo la permanencia de las tropas en la capital?

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