Conmociones cerebrales en la NFL: El riesgo silencioso que persigue a los atletas

Un tiroteo en Nueva York reabre el debate sobre las conmociones cerebrales en la NFL y la encefalopatía traumática crónica (ETC). Descubre los riesgos y testimonios.
Conmociones cerebrales en la NFL: El riesgo silencioso que persigue a los atletas

El reciente tiroteo ejecutado por Shane Tamura en Nueva York, que se saldó con la muerte de cuatro personas antes de que el agresor se quitara la vida, tenía por objetivo las oficinas de la NFL y ha reabierto de forma acuciante la discusión sobre el riesgo de lesiones cerebrales en deportes de contacto. Este debate no es nuevo para la liga, que ha indemnizado con cerca de mil millones de dólares a más de 4 mil 500 exjugadores que reclamaron daños por secuelas de traumas cerebrales.

El impacto del deporte en la salud cerebral

En la nota que dejó el tirador, quien practicó fútbol americano en secundaria, afirmó que padecía encefalopatía traumática crónica (ETC), una enfermedad neurodegenerativa asociada a golpes constantes en la cabeza. Tamura, que según la policía tenía antecedentes de problemas de salud mental, pidió en su nota que se estudiara su cerebro para confirmar la presencia de ETC. En el registro de su apartamento en Las Vegas, Nevada, los investigadores hallaron medicación psiquiátrica, antiepilépticos y antiinflamatorios, junto con armas y municiones.

De acuerdo con una investigación del Centro para el Estudio de la Encefalopatía Traumática de la Universidad de Boston, se encontraron signos de ETC en el 92 por ciento de los cerebros de 266 exjugadores de fútbol americano analizados. Los especialistas advierten que, aunque la NFL ha reforzado sus protocolos de conmoción, los golpes recurrentes sin síntomas inmediatos representan una amenaza significativa para la salud cerebral de los atletas, especialmente de aquellos que inician a temprana edad.

«El casco como arma»: Testimonios y riesgos latentes

Erick Arzate, exjugador y actual entrenador de Pumas CU, ha explicado la cruda realidad: «Desgraciadamente el fútbol americano sí involucra muchos impactos que a la larga generan secuelas. Dentro del campo se pueden prevenir, lo cual ahora se cuida mucho con los castigos».

Los investigadores señalan que el peligro de desarrollar ETC está directamente relacionado con la cantidad de años que se practica el fútbol americano y no tanto con el número de conmociones cerebrales sufridas. Un estudio reveló que por cada año practicando esta disciplina «el riesgo de desarrollar este padecimiento aumenta 30 por ciento y se duplica por cada 2.6 años».

Arzate compartió su propia experiencia: «Antes el casco se usaba como un arma, cuando yo jugaba te enseñaban a que lo utilizaras de esa manera, pero ahora les decimos que solamente es protección. Dentro de mi carrera deportiva sufrí una conmoción muy fuerte, al grado de tener secuelas. Se me dispararon ataques de ansiedad, que fueron más frecuentes a partir del incidente».

Te puede interesar:Desafíos organización Mundial 2026: Trump y política migratoria en …

De acuerdo con un informe de la escuela médica de Harvard, un estudio a más de 2 mil jugadores y veteranos de la NFL demostró que un tercio de ellos asegura sufrir ETC. Omar Mendoza, quien practicó la disciplina por 10 años en México, desde categorías infantiles, relató: “Al terminar los partidos salía con un dolor de cabeza que no era normal, muy diferente al de una migraña. A mí me tocó la escuela de fútbol donde tenías que usar el casco para golpear, los coaches nos decían que no, pero cuando lo hacías reforzaban mucho el comportamiento, entonces también tenías la pauta para hacerlo”.

Encefalopatía traumática crónica: Un recorrido histórico y sus secuelas

El doctor Leo Bayliss Amaya, neurólogo clínico con posgrados en envejecimiento cognitivo y demencias, así como en neuropsiquiatría por la Universidad Nacional Autónoma de México, explica el origen de este padecimiento: “El padecimiento se conoce desde la década de 1930, se le denominaba borracho de golpes (punchdrunk) o demencia pugilística. Para el año 1960 se habló de ETC por un cuadro de demencia en boxeadores retirados, y por ahí de 2000-2005 también se demostró un riesgo elevado en jugadores de fútbol americano, los pacientes generalmente son hombres que están en deportes de contacto”.

La ETC se detecta únicamente por autopsia. Los síntomas relacionados son neuropsiquiátricos como deterioro cognitivo, irritabilidad, síntomas depresivos y problemas de concentración. Lo que llama la atención es el grado de impulsividad del tirador de Manhattan, Shane Tamura, para dispararle a alguien y suicidarse. La evidencia actual indica que los síntomas psiquiátricos y la ideación suicida son frecuentes en personas con ese padecimiento, pero no existe una relación causal demostrada.

Casos que cimbraron a la NFL: De Hernández a Adams

Antes del incidente en Manhattan, dos casos relacionados con ETC cimbraron a la NFL: los suicidios de Aaron Hernandez y Phillip Adams, tras cometer asesinatos. Hernandez, ala cerrada de Patriotas de Nueva Inglaterra, fue arrestado por matar a un amigo en 2013. Condenado a cadena perpetua, fue hallado colgado en su celda el 19 de abril de 2017.

El documental de Netflix Killer Inside: The Mind of Aaron Hernández revela la dramática y oscura historia del temperamental jugador. Su cerebro, al igual que los analizados por especialistas de la Universidad de Boston, reveló que el ex Patriota padecía ETC de etapa 2.

El mismo diagnóstico se dio con la autopsia de Adams, ex esquinero de San Francisco y Nueva Inglaterra. Luego de asesinar a cinco personas, se refugió en su casa y se disparó en la cabeza a los 32 años de edad, en abril de 2021, en Rock Hill, Carolina del Sur.

Te puede interesar:Randy Arozarena se suma al Juego de Estrellas de la MLB – Caribe …

La prevención de conmociones más allá del fútbol americano

En otros deportes como el balompié, la prevención de conmociones cerebrales ha sido un tema prioritario en México. Según el protocolo de la Federación Mexicana de Futbol, al año más de tres millones de personas sufren una conmoción cerebral. En ese sentido, el 85 por ciento no tienen ningún síntoma a largo plazo; sin embargo, el 15 por ciento presenta molestias persistentes o de larga duración que pueden afectarlos, reconociendo que existe una alta probabilidad de desencadenar procesos fisiopatológicos progresivos que afectan la salud de quien sufra una conmoción cerebral con lesiones graves y potencialmente mortales, en caso de que no se realicen los deberes de cuidado adecuados.

El Tiroteo en Nueva York, las indemnizaciones millonarias de la NFL y los contundentes estudios científicos reafirman una verdad incómoda: los deportes de contacto llevan consigo un riesgo significativo para la salud cerebral. ¿Hasta dónde estamos dispuestos a llegar para proteger a los atletas de las secuelas silenciosas que pueden cambiar sus vidas para siempre?

Compartir

Anuncio

Las noticias al momento