Trabajadores de la empresa Alpura en Cuautitlán Izcalli, Estado de México, han refrendado su apoyo a la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), elevando la tensión de un conflicto laboral. La situación podría derivar en un paro si no se alcanzan acuerdos que pongan fin a presuntos abusos de la administración actual.
Movilización y demandas urgentes de los trabajadores
Este sábado 19 de julio de 2025, un grupo significativo de empleados de Alpura se concentró pacíficamente a las afueras de la planta ubicada en el kilómetro 37.4 de la autopista México-Querétaro. El propósito de esta acción fue manifestar su respaldo a Isaías González Cuevas, dirigente sindical de la CROC, y a Hugo Ramos Ramírez, secretario seccional. durante la protesta, los trabajadores exhibieron pancartas con mensajes contundentes como: “Fuera esta administración abusiva de Alpura, la vaca no se toca” y “basta de abusos disfrazados de políticas públicas”.
Las demandas de los inconformes son claras y múltiples. Exigen la destitución de la actual mesa directiva de la empresa, el fin al acoso laboral y a los despidos injustificados, así como la eliminación del controvertido “pago de la merma”, que implica descontar de sus salarios el costo de productos no vendidos. Según los trabajadores, varios compañeros han sido amenazados con el despido por negarse a asumir este costo.
Antecedentes y el ultimátum de huelga
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El descontento no es nuevo. Ya el 8 de julio de 2025, los empleados de la planta de Cuautitlán Izcalli habían realizado una manifestación similar frente a las instalaciones de la empresa, con exigencias idénticas sobre mejoras en las condiciones de trabajo, el rechazo a los despidos sin justificación y los descuentos salariales por la “merma”.
La situación ha escalado al punto de que los trabajadores han presentado una propuesta de emplazamiento a huelga. La fecha límite para establecer un diálogo y llegar a acuerdos es el 4 de agosto de 2025. Los líderes sindicales y los trabajadores insisten en que el diálogo es fundamental para alcanzar soluciones que beneficien tanto a la empresa como a los empleados y sus familias.
Llamado al diálogo y las implicaciones del conflicto
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Los empleados de Alpura han subrayado la importancia de restablecer un ambiente de colaboración que, aseguran, existía con administraciones anteriores, donde se lograban “acuerdos de beneficios bilaterales”. La postura actual es de firmeza: si no se negocia y se atiende a sus peticiones, la afectación será para todos. Una vez concluida la manifestación matutina de este sábado, y sin haber obstaculizado la circulación en la autopista con dirección a la Ciudad de México, los trabajadores se retiraron, dejando claro el inminente riesgo de un paro.
El conflicto laboral en Alpura no solo expone las tensiones internas, sino que también subraya la creciente exigencia de los trabajadores por condiciones laborales justas y el respeto a sus derechos sindicales. ¿Logrará la administración de Alpura responder a estas demandas antes de que el 4 de agosto de 2025 se convierta en la fecha de un cese de actividades que podría impactar seriamente la producción y distribución de productos lácteos en la región?
