
Miles de maestros vuelven al Zócalo: la CNTE cierra otra jornada de presión
En el corazón de la capital mexicana, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) cerró su octava jornada consecutiva de movilizaciones. Mientras las lonas se doblaban y las sillas plegables se alzaban al hombro, la exigencia seguía viva: una respuesta real de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum. La palabra clave: pensiones dignas.
La presión crece: una semana de movilizaciones en la CDMX
La Ciudad de México fue escenario, por octava jornada consecutiva, de bloqueos, protestas y consignas. Desde el pasado 15 de mayo, el Zócalo capitalino es epicentro de un plantón encabezado por la CNTE, una de las organizaciones magisteriales más combativas del país.
Las demandas: más que mejoras salariales
A diferencia de movilizaciones pasadas centradas en aumentos al salario, esta jornada lleva un eje prioritario: la exigencia de pensiones dignas para todos los trabajadores de la educación. En palabras de Francisco Bravo, dirigente de la CNTE, “no se trata de una ocurrencia, sino de una necesidad histórica”.
Chiapas al frente del bloque
Desde el sur, la presencia de Chiapas ha sido constante y contundente. Isael González Vázquez, líder de la sección 7, dejó claro que si la presidenta Sheinbaum repite las mismas propuestas anteriores, las bases —es decir, los miles de maestros que se movilizan— decidirán el siguiente paso.
¿Por qué protestan? Contexto de una lucha estructural
Las movilizaciones de la CNTE no se gestan en el vacío. Desde hace más de una década, la Coordinadora ha denunciado que las reformas educativas y los esquemas de jubilación actuales marginan a los docentes del acceso a una vejez digna.
Un sistema que excluye
Bajo el régimen actual, muchos trabajadores que ingresaron después de las reformas de 2007 y 2013 enfrentan un sistema de cuentas individuales que les promete, en el mejor de los casos, pensiones por debajo del salario mínimo.
El plantón como herramienta política
El plantón en el Zócalo no es sólo una acción simbólica. Es una declaración política: la CNTE quiere ser parte activa en la transición presidencial. Y no sólo desde la calle: buscan que su voz tenga peso en la política educativa y laboral del próximo sexenio.
A un día de la mesa con Sheinbaum: ¿y si no hay respuesta?
La Coordinadora ha sido clara: esperan algo más que una repetición de propuestas. La reunión con Claudia Sheinbaum podría ser un punto de inflexión.
Lo que está en juego
- Una definición clara sobre pensiones
- La permanencia del plantón en el Zócalo
- La posibilidad de una escalada en las movilizaciones nacionales
Las bases decidirán
En la CNTE, las decisiones clave no se toman desde la cúpula, sino en las asambleas. Si la propuesta del nuevo gobierno no convence, es probable que los bloqueos se intensifiquen, incluso con llamados a paros nacionales.
El pulso entre la CNTE y el nuevo gobierno: señales de lo que viene
La postura de la CNTE representa uno de los primeros desafíos serios para Claudia Sheinbaum antes de asumir el cargo. Cómo responda marcará el tono de su relación con los movimientos sociales.
Una presidenta en transición, un movimiento en pie
Sheinbaum hereda no solo el respaldo del oficialismo, sino también la presión de quienes demandan un cambio real. La CNTE, con presencia histórica en estados como Chiapas, Oaxaca y Guerrero, representa a un magisterio que no teme ocupar las calles.
¿Una oportunidad de negociación o una crisis latente?
El encuentro del 23 de mayo será clave. Si hay señales de apertura, la CNTE podría modular su presión. Pero si la propuesta es vista como continuidad del modelo actual, es probable que veamos una nueva fase de confrontación.
El tiempo corre para Sheinbaum y para el magisterio
Las imágenes del plantón, los bloqueos y las voces de miles de maestros no son sólo parte de un conflicto gremial. Son expresión de una desigualdad estructural que la CNTE lleva décadas denunciando.
Claudia Sheinbaum tiene ante sí la posibilidad de marcar una diferencia o repetir el guion de sus antecesores. La próxima respuesta —o su ausencia— podría definir no solo el rumbo de la CNTE, sino de la gobernabilidad en el arranque del próximo sexenio.