
La historia de una herida nacional volvió al centro del debate. En su Mañanera del 2 de mayo, Claudia Sheinbaum revivió la masacre de Aguas Blancas para responder a las críticas del expresidente Ernesto Zedillo. El pasado autoritario se volvió presente político.
La estrategia de Claudia Sheinbaum: memoria contra crítica
Un documental como respuesta directa
La presidenta Claudia Sheinbaum utilizó una herramienta inusual para la política mexicana: un documental. Este audiovisual, presentado en plena conferencia matutina, revive la masacre ocurrida el 28 de junio de 1995 en Aguas Blancas, Guerrero, donde 17 campesinos fueron asesinados por fuerzas estatales.
Este movimiento no fue casual ni simbólico. Fue una respuesta directa a las recientes declaraciones de Ernesto Zedillo, quien reapareció en la escena pública criticando a la Cuarta Transformación, acusándola de autoritarismo y regresión institucional.
Palabras clave: represión, democracia, juventud
Durante su intervención, Sheinbaum hizo énfasis en tres ideas:
- Represión: “Lo que hubo en ese momento fue una represión ordenada desde el Estado”, afirmó.
- Democracia: “Que cada quien decida con información dónde hay democracia”, dijo, invitando a la reflexión pública.
- Juventud: “Que los jóvenes conozcan lo ocurrido”, reiteró varias veces, buscando sembrar memoria en una generación que no vivió esos hechos.
Contexto histórico: la masacre de Aguas Blancas
¿Qué ocurrió en 1995?
El 28 de junio de 1995, en el vado de Aguas Blancas, municipio de Coyuca de Benítez, un grupo de campesinos de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS) se dirigía a una manifestación. Antes de llegar, fueron interceptados por policías estatales. Lo que siguió fue una emboscada letal: 17 campesinos muertos, decenas de heridos y ningún arma decomisada entre las víctimas.
Las imágenes difundidas posteriormente mostraron cuerpos apilados y manipulación de la escena del crimen. La Comisión Nacional de los Derechos Humanos documentó múltiples violaciones graves.
Ernesto Zedillo y su responsabilidad
Aunque los hechos ocurrieron en el ámbito estatal, el presidente Ernesto Zedillo fue señalado por mantener la impunidad y no actuar con la debida diligencia. La Suprema Corte atrajo el caso, pero nunca se fincaron responsabilidades a nivel federal. Para muchos, eso consolidó un precedente de “represión institucional tolerada”.
El regreso de Zedillo y el nuevo frente político
¿Por qué reaparece Zedillo?
Ernesto Zedillo ha mantenido un bajo perfil desde que dejó la presidencia en el año 2000. Sin embargo, su reciente participación en foros internacionales, donde ha criticado duramente a la 4T, lo colocó de nuevo en el foco.
Sus declaraciones recientes tildaron al actual gobierno de populista, centralizador y autoritario. Según Zedillo, se está erosionando la institucionalidad y debilitando la democracia desde el poder presidencial.
Sheinbaum contraataca: ¿memoria como defensa?
La respuesta de Sheinbaum fue quirúrgica: recordar hechos reales y documentados de represión estatal bajo la sombra del PRI. Con ello, busca contrastar dos modelos de poder:
- Uno basado en control, represión y silencio.
- Otro que, según ella, apuesta por la apertura, el voto popular y la libertad de expresión.
La juventud, el centro del mensaje político
Educar para no repetir
Una de las frases más poderosas de la presidenta fue dirigida a quienes no vivieron esas épocas:
“Que los jóvenes conozcan lo ocurrido”.
Este discurso tiene una doble intención:
- Construir memoria histórica.
- Blindar políticamente a la Cuarta Transformación ante las críticas de autoritarismo.
En ese sentido, Sheinbaum apuesta a una narrativa pedagógica, donde el pasado represivo del viejo régimen es usado como contraste con el presente político.
El debate sobre el autoritarismo en México
¿Quién define lo autoritario?
Sheinbaum no rehuyó al debate planteado por la oposición. Al contrario, lo reformuló:
“¿Es autoritario llamar al pueblo de México a votar por el Poder Judicial?”
Aquí, la presidenta introduce una discusión clave: el papel de la participación popular en la definición de la democracia. Para ella, autoritarismo no es empoderar al pueblo, sino reprimirlo desde las cúpulas del poder.
Libertad de expresión y pluralidad informativa
La mandataria también defendió su política de comunicación:
“El que escucha la Mañanera, lee un artículo, tome su propia forma de ver la historia de México”.
Esta frase encierra una defensa del pluralismo mediático, en contraposición a los años donde los medios estaban cooptados o censurados.
Aguas Blancas como espejo del presente
¿Un caso olvidado o silenciado?
La masacre de Aguas Blancas, pese a su gravedad, no ocupa un lugar central en la memoria colectiva nacional. Sheinbaum reintroduce este caso con un claro objetivo: mostrar cómo el autoritarismo tiene huellas imborrables cuando se ejerce desde el Estado.
El poder de la narrativa
Más allá del documental, lo que Claudia Sheinbaum construye es una narrativa de contraste:
- Zedillo representa el pasado oscuro.
- La 4T es, según su visión, la alternativa democrática.
Una memoria política en disputa
La intervención de Claudia Sheinbaum no solo es un acto de memoria, sino una jugada estratégica. En tiempos donde la narrativa define elecciones, revivir Aguas Blancas es una forma de situar el presente político dentro de una línea histórica de transformación.
Zedillo habló desde el pasado, Sheinbaum respondió con el pasado. Pero el mensaje está dirigido al futuro.