
La voz de las buscadoras resuena en Palacio Nacional
“No fue un sitio de cremación”, dijeron las madres. Claudia Sheinbaum escuchó. En medio del ruido político, un tema urgente se cuela: los desaparecidos. La presidenta electa aseguró que mantendrá el diálogo con el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, desmarcándose, sutil pero firme, de la versión oficial del fiscal general.
Contexto: el rancho Izaguirre y una versión incómoda
Una herida abierta en Jalisco
El rancho Izaguirre, en el estado de Jalisco, se convirtió en el centro de una controversia nacional cuando el fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, aseguró públicamente que no se trataba de un sitio de cremación clandestina. Sin embargo, el colectivo Guerreros Buscadores —integrado por madres y familiares de personas desaparecidas— refutó esa versión, asegurando tener “otra información” y exigiendo que se retomen avances previos con instancias de la Fiscalía.
Este desencuentro entre la versión oficial y la evidencia comunitaria refleja la profunda desconfianza entre las autoridades y las familias buscadoras en México, especialmente en estados como Jalisco, una de las entidades con mayor número de desapariciones en el país.
La respuesta de Sheinbaum: entre la empatía y la institucionalidad
Durante su conferencia matutina, Claudia Sheinbaum respondió a la carta pública del colectivo, reconociendo que el diálogo es prioritario para su gobierno. Aunque se había programado una reunión con buscadoras para el 3 de junio, confirmó que ya hubo un contacto previo por parte de Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Gobernación, quien continuará como enlace directo con el grupo.
“Vamos a allegarnos de la información que ellas tienen para poder reconocer lo que están planteando”, afirmó la presidenta.
Un nuevo tono en el trato a los colectivos
Diferencias con el discurso de Gertz Manero
Las declaraciones de Sheinbaum contrastan con la postura del fiscal general, quien ha sido duramente criticado por colectivos de búsqueda por minimizar o descartar sus hallazgos. Al mencionar que su gobierno se mantendrá abierto a la información de las familias, la presidenta proyecta un mensaje distinto, más cercano a las víctimas y con disposición a revisar versiones oficiales.
El papel clave de Rosa Icela Rodríguez
La secretaria de Gobernación ha sido una figura clave en el vínculo con colectivos sociales. En este caso, su rol como interlocutora con Guerreros Buscadores podría marcar una diferencia sustancial en la forma en que el Estado se relaciona con quienes han encabezado la búsqueda de desaparecidos desde hace más de una década.
¿Qué piden las madres buscadoras?
Revisión de avances con la FGR
El colectivo Guerreros Buscadores no solo solicita diálogo; exige que se retomen y revisen los avances que ya habían logrado con áreas específicas de la Fiscalía General de la República. La preocupación central es que los esfuerzos por esclarecer casos o intervenir sitios de posible inhumación clandestina se vean cancelados por decisiones unilaterales desde la cúpula de la FGR.
Validación de su información
Además de reanudar el trabajo interinstitucional, las madres buscan que se reconozca el valor de su información. Durante años, han documentado, excavado, registrado y mapeado territorios abandonados por las autoridades. Hoy reclaman que su evidencia tenga el mismo peso que la versión oficial.
El trasfondo político y social
Desapariciones en México: una crisis sin tregua
México supera las 110 mil personas desaparecidas, según registros oficiales. La mayoría de estos casos han sido denunciados por madres y familiares que, al no encontrar respuesta en las autoridades, se han organizado en colectivos.
Jalisco, particularmente, concentra una de las cifras más alarmantes, y también una de las redes más activas de buscadoras. El caso del rancho Izaguirre no es aislado: forma parte de una geografía del horror que se extiende desde Lagos de Moreno hasta Tlajomulco.
Sheinbaum y la deuda con las víctimas
El posicionamiento de Sheinbaum ocurre en un momento crucial. Su gobierno, aún sin asumir formalmente, enfrenta expectativas crecientes en temas de justicia transicional y atención a víctimas. Las madres buscadoras son una de las voces más legítimas y persistentes del México dolido. Responderles con burocracia o indiferencia podría tener un alto costo político.
¿Qué sigue para el caso del rancho Izaguirre?
La necesidad de una investigación independiente
Diversos colectivos, académicos y organismos internacionales han insistido en la urgencia de mecanismos autónomos para la investigación de sitios de exterminio. La contradicción entre la FGR y los hallazgos ciudadanos refuerza este argumento.
¿Será capaz el nuevo gobierno de Sheinbaum de instaurar este tipo de políticas? ¿O se repetirá la historia de promesas incumplidas?
Las buscadoras no se detendrán
Independientemente de la respuesta institucional, las madres seguirán buscando. Lo han hecho en condiciones extremas, con riesgo físico, emocional y legal. Ellas no bajan la voz. Por el contrario, su insistencia ha obligado al Estado a escuchar, aunque sea a cuentagotas.
Diálogo sí, pero con justicia
El gesto de Claudia Sheinbaum al sostener el diálogo con Guerreros Buscadores de Jalisco es relevante, pero no suficiente. Las madres no piden discursos, piden resultados. Y esos resultados pasan por reconocer su información, investigar de forma independiente y dar seguimiento real a los sitios donde podría haberse cometido un crimen de lesa humanidad.
En un país donde las víctimas organizadas han hecho más por encontrar a sus seres queridos que las instituciones, el gobierno entrante tiene una oportunidad histórica de romper con la omisión y construir una política pública con enfoque en verdad, justicia y reparación.