
La presidenta Claudia Sheinbaum manifestó su rechazo a la incursión de elementos policiales de Chiapas en territorio guatemalteco, subrayando la gravedad de violentar la soberanía de otro país.
Incursión policial en la frontera sur: la postura de Claudia Sheinbaum
Claudia Sheinbaum, presidenta de México, criticó firmemente el ingreso de agentes de la corporación Pakal de la policía de Chiapas a territorio de Guatemala. Sheinbaum fue enfática al asegurar que “no debe ocurrir que fuerzas mexicanas, policías en este caso, de Chiapas, entren a Guatemala”.
Según lo expuesto, la presidenta consideró que “No se puede violentar la soberanía de un país”. En consecuencia, afirmó: “En eso no estamos de acuerdo y esos policías deben ser sancionados”.
En relación con este evento y la seguridad fronteriza, Sheinbaum comentó en su conferencia que el titular de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente, ha contactado al gobierno guatemalteco. El objetivo es intensificar los mecanismos de cooperación entre las corporaciones policiacas de ambos países para mejorar la coordinación y “garantizar la seguridad en la frontera sur”.
La mandataria sostuvo que, “más allá de las escenas que se vieron en algunos videos”, la regla general es que cada corporación debe operar “en su propio territorio” y establecer formas de coordinación. Añadió que si existe alguna denuncia específica, esta debe ser abordada “a este nivel de coordinación de seguridad entre los dos países”.
Esto se relaciona con la complejidad de la seguridad fronteriza y las dinámicas regionales [ver más aquí sobre geopolítica fronteriza].
Reclutamiento criminal transnacional y la respuesta de seguridad
Paralelamente a las declaraciones de Claudia Sheinbaum, el secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana federal, Omar García Harfuch, dio a conocer la detención de 12 ciudadanos colombianos en Michoacán, de los cuales “nueve de ellos [son] ex militares”. Estos individuos estarían “vinculados al estallamiento de una mina que provocó varias bajas en el Ejército”.
García Harfuch aseveró que existe un patrón de reclutamiento por parte de grupos criminales mexicanos. Específicamente, mencionó al cártel Jalisco Nueva Generación y al cártel de Sinaloa como organizaciones que buscan “traer gente de Colombia”.
Ahondando en el caso de los detenidos colombianos, García Harfuch indicó que mantienen “comunicación y coordinación con las autoridades de Colombia” para intentar frenar el reclutamiento por parte de las “bandas del crimen organizado”. Como parte de estas acciones, señaló que “han devuelto a su país a 69 colombianos que pretendían ingresar a México, sin acreditar las razones de su estancia en el país”.
La situación del crimen organizado transnacional [ver más aquí sobre carteles y redes globales] y su capacidad de reclutar personal militar extranjero es un componente crítico de la geopolítica de la seguridad en la región.
Las declaraciones de la presidenta Claudia Sheinbaum y el secretario García Harfuch, basadas en incidentes específicos reportados, ponen de manifiesto las complejas dinámicas de seguridad en la frontera sur de México y los desafíos que representa el crimen organizado con alcance transnacional. La exigencia de sanción para los policías chiapanecos y la coordinación internacional ante el reclutamiento de extranjeros subrayan la tensión entre la soberanía nacional y la necesidad de cooperación regional para enfrentar amenazas compartidas.