Redacción
MÉRIDA.- La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) clausuró este martes de forma total y definitiva la empresa Pecuaria Peninsular, ubicada en Santa María Chi, de Mérida, Yucatán, debido al incumplimiento reiterado de siete medidas correctivas, entre ellas, la descarga directa de sus aguas residuales sin permiso y la omisión en la caracterización de sus lodos.
A partir de la clausura, se buscará que la granja se enfoque en la reparación de los daños ocasionados en la zona, a través de la elaboración de un estudio de daño ambiental y el seguimiento al proceso de desmantelamiento y adecuado abandono del sitio, indicó la Profepa en un comunicado.
En atención a denuncias presentadas por organizaciones de la sociedad civil y por las comunidades mayas desde el 2021, la procuraduría indicó que ha realizado visitas de inspección a granjas porcícolas en los municipios yucatecos de Muna, Mérida, Kinchil, Izamal, Tizimín, Santa Elena, Conkal, Cacalchén, Hoctún, Hunucmá, Mayapán, Opichén, Maxcanú, Suma, Sotuta, Progreso, Tekax, Tixpéhual, Abalá y Kopomá.
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Dentro de estas acciones, Pecuaria Peninsular fue una de las granjas inspeccionadas y a la que se le han impuesto diversas medidas correctivas, aseguró, al señalar que es una de sus prioridades atender los impactos ambientales de las granjas de cerdos en la Península de Yucatán.
Mariana Boy Tamborrell, titular de la procuraduría, comentó: “Este caso es fundamental para la Profepa. Conocemos la lucha de años de las comunidades de la zona, quienes han padecido los impactos y las afectaciones a su calidad de vida y a su entorno. Las vecinas y vecinos de esta empresa se han amparado, han hecho denuncias, han buscado la justicia con autoridades de todos los niveles y hoy la Profepa trabaja con ellos para lograr esta clausura definitiva”.
Con información de La Jornada