
China endurece su postura: aranceles del 84 % sacuden la relación con EU
La guerra comercial entre China y Estados Unidos entra en una nueva fase crítica. El gobierno chino respondió con un paquete de aranceles del 84 % a productos estadounidenses, desatando alarma global y provocando desplomes bursátiles en Asia.
El nuevo golpe de Beijing: aranceles y castigos comerciales
La Comisión Arancelaria del Consejo de Estado de China anunció este miércoles una drástica subida en sus aranceles a importaciones estadounidenses, elevándolos hasta un 84 %, en respuesta directa a las medidas impuestas por la administración de Donald Trump. El nuevo gravamen, que duplica el impuesto inicialmente previsto, entrará en vigor esta misma semana y representa un punto de inflexión en la ya tensa relación comercial entre ambas potencias.
Contexto de una escalada imparable
Desde hace más de un año, Washington y Beijing se han enredado en una serie de medidas punitivas recíprocas. Esta última decisión china no solo iguala los aranceles estadounidenses —que ya habían alcanzado un 104 % sobre productos chinos—, sino que manda una señal clara: China no retrocederá.
Los mercados asiáticos reaccionaron con pánico. El lunes 7 de abril, las bolsas en Asia sufrieron caídas estrepitosas, alimentando temores de una recesión global inducida por el conflicto comercial.
Controles, sanciones y denuncias internacionales
La ofensiva no se limita a los aranceles. El Ministerio de Comercio de China fue más allá al imponer controles de exportación sobre 12 empresas estadounidenses. A partir de ahora, estas compañías no podrán acceder a artículos de doble uso —con aplicaciones militares y civiles— fabricados en China.
Lista negra y bloqueo de inversiones
Además, seis nuevas firmas estadounidenses fueron añadidas a la lista china de “entidades no confiables”, lo que les prohíbe realizar inversiones o transacciones comerciales con empresas chinas. Esta medida tiene implicaciones directas para sectores clave como tecnología, defensa e infraestructura crítica.
Queja formal ante la OMC
Paralelamente, China presentó una queja ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), denunciando que las acciones unilaterales de Estados Unidos violan los principios del sistema multilateral de comercio basado en reglas. La medida busca respaldo internacional y legitimar su postura ante la comunidad global.
¿Qué está en juego para el orden económico global?
Más allá de los titulares y las cifras, la confrontación comercial entre China y Estados Unidos tiene implicaciones estructurales. La guerra de aranceles ha dejado de ser un simple cruce de impuestos para transformarse en una disputa por la hegemonía económica y tecnológica del siglo XXI.
Riesgos para mercados emergentes
Países del sureste asiático y América Latina —incluido México— se encuentran en una posición incómoda: podrían beneficiarse de la relocalización de cadenas de suministro, pero también se ven expuestos a la volatilidad de los mercados financieros y a un descenso en la demanda global.
El conflicto se ancla en el sistema global
El nuevo paquete de represalias comerciales por parte de China no solo complica las relaciones bilaterales con Estados Unidos, sino que reconfigura el mapa del comercio internacional. Lo que está en disputa es la legitimidad de las reglas del juego y el control de sectores estratégicos.
Si no hay una salida diplomática, esta guerra comercial podría convertirse en un conflicto sistémico de largo plazo, con costos profundos para la economía global.