
En una audiencia clave ante el Congreso, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, lanzó una advertencia directa: los cárteles que operan en México se arman con rifles y municiones compradas en suelo estadounidense. Lo dijo sin rodeos, en medio de un contexto binacional marcado por la violencia política, el tráfico de fentanilo y tensiones diplomáticas.
Cárteles armados con rifles estadounidenses: una admisión que sacude
La declaración de Rubio ante la Cámara de Representantes fue tan inesperada como contundente: los grupos criminales que desafían al Estado mexicano están equipados con armas que cruzan la frontera desde Estados Unidos. Aunque no es un secreto, escuchar esta afirmación en voz del jefe de la diplomacia estadounidense coloca la responsabilidad en otro nivel.
Rubio no solo admitió la procedencia del arsenal narco, sino que también reconoció avances en la cooperación bilateral en seguridad. Según sus palabras, el gobierno mexicano ha mejorado “de manera productiva” su colaboración con Washington, aunque aún hay retos urgentes en materia de migración y combate al crimen organizado.
Una cooperación que no basta: la violencia no cede
Rubio no ocultó su frustración: pese a los avances, “aún queda trabajo por hacer”. La reciente ejecución de dos funcionarios cercanos a la jefa de Gobierno capitalina, vinculados a Clara Brugada, es una muestra del poder de fuego de los cárteles y su injerencia política.
Para Rubio, la violencia política ya no es un fenómeno aislado. Al mencionar estos asesinatos ante el Congreso, enlazó el crimen organizado con estructuras de poder local, insinuando una descomposición institucional que preocupa a Estados Unidos.
Washington endurece el discurso… y las acciones
Trump endurece la frontera y presiona con aranceles
Desde su regreso a la presidencia, Donald Trump ha reforzado el enfoque punitivo en su relación con México. El despliegue militar en la frontera y los aranceles fueron mensajes claros: si México no contiene el flujo migratorio y el tráfico de drogas, habrá consecuencias.
Este contexto explica por qué Rubio insiste en fortalecer la cooperación, pero también en señalar fallas:
- El tráfico de armas y drogas sigue activo
- Los cárteles mantienen control territorial
- La violencia política escala en zonas urbanas clave
Fentanilo, el nuevo frente de guerra
En paralelo, el fentanilo ha desplazado a otras drogas como principal preocupación de seguridad nacional para Estados Unidos. Kash Patel, director del FBI, afirmó que México colabora más que Canadá para contener esta crisis, pero el problema persiste.
El mensaje subyacente es claro:
- México sigue siendo visto como corredor principal del tráfico de opioides
- Estados Unidos reconoce su corresponsabilidad, pero exige resultados inmediatos
¿Narco-terrorismo? Washington ya lo definió así
Una parte clave del discurso de Rubio fue su alusión al hecho de que varios cárteles mexicanos han sido designados como organizaciones terroristas globales por el gobierno estadounidense. Esto no es solo una etiqueta simbólica:
- Abre la puerta a operaciones extraterritoriales contra estos grupos
- Permite el uso de herramientas legales y financieras más agresivas
- Legitima el uso de inteligencia militar para combatirlos
Este enfoque genera controversia en México, donde se teme que Washington cruce la línea de la soberanía nacional bajo el pretexto de combatir el crimen organizado.
Entre armas, asesinatos y cooperación: el futuro incierto de la relación bilateral
Las palabras de Marco Rubio son una advertencia y una propuesta al mismo tiempo:
- Advertencia, porque revela la profundidad del problema armado y su impacto político.
- Propuesta, porque sugiere ampliar la cooperación binacional como vía para frenar la espiral de violencia.
Pero el trasfondo es ineludible: si Estados Unidos admite que las armas cruzan de norte a sur, ¿está dispuesto a detener ese flujo desde su origen?
El reto es conjunto, pero la presión recae, como siempre, sobre México. La visita de Rubio en las próximas semanas será clave para saber si hay un nuevo entendimiento… o más imposiciones.