La noche del 1 de noviembre de 2025, la festividad del Día de Muertos en el Centro Histórico de Uruapan, Michoacán, se tiñó de sangre. Carlos Manzo Rodríguez, el presidente municipal independiente conocido por su política de confrontación directa contra el crimen organizado, fue atacado a balazos mientras convivía con pobladores y se tomaba fotos con niños durante el Festival de Velas. Su fallecimiento, confirmado por el Gabinete de Seguridad, sella la trágica culminación de sus meses de desafío al narco en la región.
El ataque directo que cobró la vida del edil de Uruapan
El ataque ocurrió la noche del sábado 1 de noviembre de 2025, cerca de las 10:48 p.m., tras concluir la presentación del décimo octavo Festival de las Velas, un evento tradicional conmemorativo por el Día de Muertos en Uruapan. De acuerdo con los reportes, el alcalde Carlos Manzo, en medio de una gran aglomeración de personas y acompañado por sus dos hijos y su pareja, fue agredido con arma de fuego por sujetos armados, presuntamente sicarios, mientras posaba para fotografías.
El Gabinete de Seguridad de México confirmó la muerte del edil en las primeras horas del 2 de noviembre. Manzo fue impactado con alrededor de seis a siete disparos de arma de fuego, con heridas localizadas en el abdomen y un brazo. Aunque se le brindaron atenciones en el sitio y fue trasladado al hospital Fray Fernando de San Miguel, las heridas resultaron fatales.
El alcalde contaba con dos escoltas de la Guardia Nacional (GN) que lo acompañaban en la realización de sus funciones diarias. Además, su equipo de seguridad habitual incluía una escolta de ocho elementos, compuesta por miembros de la Guardia Civil y la Guardia Nacional. Sin embargo, al ser un evento público y familiar, se informó que Manzo no portaba el chaleco antibalas de más de 10 kilos que acostumbraba usar.
Balance de víctimas y la respuesta de seguridad
El ataque causó conmoción y caos entre los asistentes al festival, cuyos gritos se escucharon en videos captados por los presentes.
En el sitio de los hechos, el equipo de seguridad del alcalde reaccionó inmediatamente, abatiendo a uno de los agresores. Los informes iniciales de las autoridades indican lo siguiente sobre el balance del atentado:
- Un agresor fue abatido en el sitio; el fiscal general de Michoacán, Carlos Torres Piña, informó que el atacante no portaba identificaciones.
- Dos personas presuntamente involucradas en el ataque fueron detenidas posteriormente.
- Se aseguró un arma de fuego de 9 milímetros utilizada en la ofensa. La Fiscalía General del Estado (FGE) declaró que se hallaron siete casquillos percudidos.
Los otros lesionados
Durante la agresión, el Secretario de Obras Públicas, quien también ha sido identificado como el regidor Víctor Hugo de la Cruz Saucedo (conocido popularmente en redes sociales como Víctor Saladitas), resultó herido o lesionado tras ser alcanzado por las balas. Un reporte señala que el regidor se encontraba en estado de salud crítico. Otra de las fuentes menciona que un escolta del munícipe, miembro de la Guardia Civil, también resultó alcanzado por las balas. Por su parte, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) del Estado de Michoacán detalló en sus redes sociales que, aparte del personal oficial, ningún civil resultó herido por los hechos.
El perfil político y la confrontación directa contra el crimen
Carlos Manzo Rodríguez llegó a la presidencia municipal de Uruapan en septiembre de 2024 bajo la fórmula de candidato independiente, encabezando el movimiento denominado «Los del Sombrero» o «La Sombreriza». Previamente, se desempeñó como diputado federal por el distrito correspondiente a Uruapan de 2021 a 2024 y fue auditor en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Michoacán entre 2017 y 2018.
Durante su gestión, Manzo se destacó por impulsar una política de confrontación directa contra las estructuras del crimen organizado de su localidad. Su peculiar estilo de denunciar y combatir públicamente a la delincuencia organizada le ganó el mote de “El Bukele” michoacano.
Entre las acciones que Manzo destacaba se encuentra la realización de detenciones de sicarios identificados como integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) con apoyo de la Policía Municipal. Tras la captura de ‘El Rino’, presunto integrante del CJNG, activó un “código rojo” en Uruapan ante el riesgo de represalias.
Manzo también denunciaba públicamente la existencia de colusión entre autoridades y el crimen organizado. Su filosofía política era clara, como declaró en una ocasión:
> “No puede haber abrazos para los delincuentes… para los delincuentes debe de haber chingadazos cuando atentan contra la gente inocente”.
En junio de 2025, el alcalde anunció que ofrecería recompensas de hasta un millón de pesos a los policías municipales que lograran decomisos, como parte de su estrategia de incentivos a la fuerza pública.
Solicitudes de auxilio ignoradas ante las amenazas
En los últimos meses, Carlos Manzo alertó de manera constante sobre las amenazas directas que pesaban en su contra. Apenas el pasado 19 de septiembre, había enviado mensajes de auxilio y solicitud de apoyo a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y al titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Omar García Harfuch.
El edil pedía reforzar la seguridad federal con elementos de la Guardia Nacional y el Ejército, asegurando que “no quiere ser un presidente municipal más de la lista de los ejecutados”. A pesar de sus constantes operativos para combatir los hechos violentos, el edil afirmaba que continuaría combatiendo el crimen «aunque le costara la vida».
Condena oficial y promesas de justicia
Tras la confirmación del deceso, el Gabinete de Seguridad Federal afirmó categóricamente que “este crimen no quedará impune”.
Por su parte, el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, condenó enérgicamente el asesinato, calificándolo de “cobarde atentado”. Informó que, para coordinar las acciones de seguridad en el municipio, el Secretario de Seguridad Pública, Juan Carlos Oseguera Cortés, y elementos de la Guardia Nacional se encontraban ya desplegados en Uruapan. El Gobierno de Michoacán desplegó a elementos de seguridad para resguardar la zona y garantizar la seguridad de los pobladores.
El asesinato de Carlos Manzo, un político que hizo de la confrontación al narco su bandera, plantea interrogantes incómodas sobre la vulnerabilidad de los líderes locales en México. ¿Este cobarde atentado es una represalia directa a las detenciones del CJNG que Manzo impulsó, y qué implicaciones tendrá para otros funcionarios que se atrevan a seguir su ejemplo de desafío en zonas controladas por el crimen organizado? El vacío de poder en Uruapan es ahora un recordatorio sombrío del costo de la verdad en la política nacional.
