La caravana migrante autodenominada «Éxodo por la Justicia» ha culminado ocho días de recorrido por Chiapas, arribando a Pijijiapan en su búsqueda incansable de oportunidades. Este grupo, que ha visto reducido su número, insiste en avanzar hacia la Ciudad de México ante la desconfianza hacia las autoridades migratorias y la falta de respuestas.
Un camino de resistencia: Ocho días hacia el centro del país
El contingente migrante, que se autodenomina «Éxodo de la Justicia», llegó a Pijijiapan, Chiapas, en la tarde del miércoles, a una semana exacta de su partida desde la frontera con Guatemala. En sus ocho días de caminata, el grupo ha cubierto aproximadamente 150 kilómetros a través de la autopista México 200, una distancia que en condiciones normales de tráfico vehicular podría ser recorrida en apenas dos horas.
La realidad de los 150 kilómetros y la esperanza de 200 migrantes
De los cerca de 300 extranjeros que iniciaron su travesía desde Tapachula, las estimaciones de sus propios integrantes indican que solo quedan alrededor de 200. Si bien algunos han optado por aceptar la atención y los procesos ofrecidos por el Instituto Nacional de Migración, la gran mayoría ha manifestado su profunda desconfianza en las autoridades. Este remanente de la caravana reafirma su intención de continuar su trayecto a pie, con el objetivo primordial de alcanzar la Ciudad de México. Allí esperan encontrar no solo empleo, sino también la posibilidad de avanzar en sus trámites de regularización migratoria.
Desconfianza institucional y la búsqueda de una vida digna
La principal razón para esta determinación radica en la experiencia vivida en la frontera sur, donde, a pesar de meses de gestiones ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados, aseguran haber recibido negaciones de asilo o, en el mejor de los casos, ninguna respuesta concreta. Esta situación ha cimentado la percepción de abandono y la necesidad de buscar soluciones por sus propios medios.
La voz de una mujer cubana y el rechazo a Tapachula
La desesperación y la esperanza se sintetizan en las palabras de una mujer cubana de la tercera edad, miembro del contingente: «Vamos buscando trabajo, estabilidad, una vida honesta, una vida que podamos llevar, y que en Tapachula no se nos permitía». Esta declaración subraya la percepción de estancamiento y la imposibilidad de desarrollar una vida digna en la región fronteriza, impulsándolos a la incierta travesía.
Agradecimiento y exigencias a la administración sheinbaum
El grupo que persevera en su avance por la costa de Chiapas ha expresado su gratitud por el apoyo recibido de diversos actores. Reconocieron específicamente el acompañamiento brindado por paramédicos de Protección Civil y el sector Salud, así como la custodia en las carreteras por parte de las policías locales.
El acompañamiento y el llamado a cesar el hostigamiento
«Queremos agradecer a los nacionales mexicanos que nos han brindado ayuda en el camino», manifestó uno de los migrantes, destacando la solidaridad ciudadana. Sin embargo, este agradecimiento no opaca sus firmes demandas. La caravana ha realizado un llamado directo a la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum, solicitando que se les permita avanzar libremente y que cese de inmediato el hostigamiento por parte del Instituto Nacional de Migración. Este ruego subraya la compleja dinámica entre la necesidad humanitaria y las políticas de contención.