Leslie Gordillo/CARIBE PENINSULAR
CANCÚN.- En un escenario marcado por un crecimiento demográfico constante, la expansión de asentamientos irregulares carentes de servicios básicos y el avance imparable de desarrollos inmobiliarios, Cancún celebra su 55 aniversario entre contrastes.
Actualmente se estima que existen más de 200 asentamientos irregulares en Cancún, donde habitan más de 250 mil personas. Estas zonas se concentran principalmente en el norte y oeste de la ciudad, y presentan carencias significativas en infraestructura básica: no cuentan con red de drenaje ni con sistemas de tratamiento de aguas residuales, y en muchos casos tampoco tienen acceso a agua potable ni energía eléctrica.

La mayoría de los asentamientos se han localizado rumbo a la salida a la carretera hacia Mérida, en los límites con Isla Mujeres y en lo que todavía comprende a la delegación Alfredo V. Bonfil.
En paralelo al crecimiento irregular, se ha consolidado una amplia zona de fraccionamientos en el Polígono Sur, que, aunque municipalizados, carecen de orden urbano y planificación adecuada. Los problemas de movilidad son constantes, no sólo por el deterioro de las vialidades, sino porque existen únicamente tres accesos principales para toda la zona: la avenida 135, la prolongación La Luna y la avenida Huayacán. Estas vías se saturan durante las horas pico y colapsan fácilmente ante cualquier incidente vial, los cuales se registran casi a diario. A esto se suman los apagones frecuentes y la proliferación continua de nuevos desarrollos habitacionales, lo que implica más familias y vehículos compitiendo por el mismo espacio urbano limitado..
La red de comités vecinales de Cancún ha alzado la voz desde hace años, exigiendo que se trabaje en un Programa de Desarrollo Urbano (PDU) que realmente aborde las problemáticas que hoy enfrenta la ciudad, pero que no conforme con ignorar estas peticiones, se han violentado en muchos casos la reglamentación que hoy existe, permitiendo zonas comerciales en donde no deberían de haber, más niveles de los permitidos o edificios en terrenos que no cumplen con el área establecida.
“No ha habido una revisión para ver cómo vamos o qué adaptamos, qué adecuamos o una evaluación de cómo va el Programa (PDU), esto claro que ha causado problemas. Una planeación como tal yo no veo”, opinó Carmen Báez, coordinadora de la red de comités vecinales, secretaria del actual comité de vecinos de la Sm 15 y próxima presidenta para este trienio

Coincidió con el empresario Francisco Córdoba, quien declaró recientemente que no hay desarrollo urbano en Cancún, por lo tanto deberían de parar la construcción, incluyendo los hoteles, porque hay cada vez más construcción, pero no hay desarrollo urbano.
“La verdad es que coincido con el señor. No podemos seguir de esa manera; la red de comités vecinales se formó justamente por la defensa del PDU del 2018 que de repente pues no siguieron la metodología. Ya venía trabajando DMAS Derecho a un Medio Ambiente Sano AC y nos unimos a ellos, se metió un amparo que se ganó y se paró ese PDU por varios meses. Seguimos con el de 2022, ellos sí hicieron talleres, ellos sí dieron tiempo de consulta ciudadana, pero ¿qué pasó?, que a nosotros ciudadanos nos enseñan un plano y publican otro. Ese PDU también hay un amparo y el amparo ya se ganó, pero no ha emitido la sentencia y mientras no la emita ese PDU sigue siendo vigente”, lamentó.
La movilidad, advirtió, debe ser un eje central en el Plan de Desarrollo Urbano; sin embargo, calificó como deficiente el contenido del documento actual.
Señaló que no existe una estrategia real, ya que se siguen autorizando nuevas zonas urbanas y fraccionamientos con cientos de viviendas —e incluso edificios de más de 20 niveles— sin considerar cómo se trasladarán sus habitantes hacia sus centros de trabajo, lo que agrava los problemas de congestión y falta de conectividad.
Estas problemáticas, consideró, le quitan su derecho a la ciudad, es decir, a seguridad, a un medio ambiente en buen estado, con una convivencia sana, donde realmente disfruten de la ciudad y contrario a ello se percibe un nivel de estrés elevado, en donde no se puede caminar por las calles porque o no hay banquetas o sombra o seguridad.

La zona centro de Cancún tampoco escapa a los efectos de la falta de planificación urbana, lamentó. Explicó que en esta área se están permitiendo procesos de densificación sin estudios previos ni adecuaciones a los servicios básicos, los cuales siguen operando con una infraestructura que data de hace 55 años, lo que genera una creciente presión sobre redes ya obsoletas.
La sugerencia es rehacer el PDU, pero con el apoyo de especialistas, porque solamente así podría tenerse una esperanza de comenzar a hacer las cosas bien y de arreglar lo que se ha hecho mal.
Al cumplir 55 años el crecimiento de Cancún está sin control y la precarización de la ciudad se ha intensificado, el acelerado crecimiento poblacional ha originado una expansión urbana desordenada, un Cancún que surgió como un Centro integralmente planeado y que ante su crecimiento vertiginoso no logró preservar esa planeación, generando consecuencias que hoy impactan a sus más de 1 millón de habitantes.