El titular de la Secretaría del Bienestar (Sebien), Pablo Bustamante, se está riendo en la nariz del Instituto Electoral de Quintana Roo (Ieqroo), que en los hechos se ha convertido en otro apéndice del cuatroteísmo caribeño.
Dejando la vergüenza para otro momento, el funcionario estatal desplegó una agresiva campaña de espectaculares por diferentes puntos de la ciudad. Claro, el líder estatal del PVEM usa el viejo truco: se “promociona” en una publicación y, casualmente, en la portada sale él.

A la par, el exregidor insiste en sus encuestas, difundidas por paginitas de redes sociales, en las que aparece en primer lugar.
Aquí —y en Plutón— se trata de actos anticipados de campaña. Pero Pablito, como todos los aspirantes, sabe que el Ieqroo es como una carabina de Ambrosio.










