Anoche, cali fue blanco de un atentado en Cali que conmocionó a la ciudad, con cilindros bomba lanzados contra la base aérea Marco Fidel Suárez. Este ataque, calificado de narcoterrorista por el alcalde Alejandro Eder, dejó seis civiles muertos y medio centenar de heridos, encendiendo las alarmas sobre la creciente violencia.
Ataque en Cali: Reacciones y el alto costo civil
El alcalde de Cali, Alejandro Eder, no dudó en calificar el ataque como un «atentado narcoterrorista» minutos después de que desconocidos lanzaran varios cilindros bomba hacia la base aérea Marco Fidel Suárez, en la tarde de este jueves. La agresión provocó una respuesta inmediata de las autoridades de la tercera ciudad de Colombia.
Trágicamente, el saldo inicial es de seis personas fallecidas, todas ellas civiles, y al menos 50 más heridas. Las autoridades han advertido que la cifra de víctimas podría ascender, reflejando la magnitud del impacto en la población. Ante la emergencia, el alcalde Eder ordenó la militarización de la ciudad y convocó un consejo de seguridad, solicitando la presencia del presidente Gustavo Petro. El mandatario aterrizó en la capital vallecaucana hacia las 7:00 p.m. para atender directamente la situación.
La autoría señalada: El frente Carlos Patiño y el narcotráfico
Aunque ningún grupo se ha atribuido formalmente la autoría del ataque hasta el momento, el presidente Gustavo Petro ha señalado directamente al frente Carlos Patiño. Esta facción opera principalmente en el departamento del Cauca y pertenece a las disidencias de la extinta guerrilla de las Farc, comandadas por alias Iván Mordisco.
En un mensaje emitido a través de la plataforma X el 21 de agosto de 2025, el presidente Petro manifestó: “Después de la derrota producida a la columna Carlos Patiño con la pérdida de buena parte del cañón del Micay, tenemos una reacción terrorista en Cali con dos civiles muertos”. Añadió que “el terrorismo es la nueva expresión de las facciones que se dicen dirigidas por Iván Mordisco, y que se han supeditado al control de la junta del narcotráfico”. Esta declaración subraya la visión del gobierno sobre el vínculo indisoluble entre estos grupos armados y las redes del narcotráfico.
Ofrecimiento de recompensa y logística del atentado
En respuesta a la gravedad del incidente, el alcalde Eder anunció una recompensa de hasta 400 millones de pesos (equivalentes a unos 90 mil dólares) por información que conduzca a la captura de los responsables. La Gobernación del Valle del Cauca se sumó a este esfuerzo, ofreciendo el mismo monto para incentivar la colaboración ciudadana.
Los detalles de la ejecución del ataque revelan una logística precisa: uno de los cilindros lanzados desde un camión impactó el antejardín de una vivienda. La base aérea Marco Fidel Suárez, aunque ubicada en el barrio La Base, está rodeada de zonas residenciales, lo que explica la alta afectación civil. La mayoría de las viviendas y locales comerciales dañados por las explosiones se concentran en el barrio vecino de Villa Colombia, al norte de Cali. La policía acordonó la zona tras el reporte de un segundo camión con cilindros bomba, aunque el equipo de antiexplosivos descartó posteriormente que estuvieran cargados o representaran peligro.
Ataques con firma: Historial del frente Carlos Patiño
La metodología empleada en este atentado en Cali coincide notablemente con la usada por el frente Carlos Patiño. Este grupo es conocido por atacar instalaciones militares y policiales en su confrontación contra el Estado. El historial reciente es alarmante:
- Marzo de 2025: Lanzaron ocho ataques simultáneos en diversos puntos del Cauca, utilizando motobombas, ráfagas de fusil y drones con explosivos.
- 10 de junio de 2025: Perpetraron tres explosiones en Cali que dejaron dos personas muertas y decenas de heridos.
Este reciente ataque en Cali se produjo tan solo horas después de que el frente 36 del Estado Mayor Central atacara un helicóptero militar en Antioquia, causando la muerte de al menos ocho policías y dejando ocho heridos. Esta serie de eventos subraya una escalada de la violencia en el país.
Cali bajo alerta: Amenazas persistentes y el llamado internacional
La capital vallecaucana ya se encontraba bajo un nivel de alerta elevado. A principios del año pasado, Cali fue sede de la Conferencia Climática Global (COP16), y desde entonces surgieron preocupaciones significativas sobre su seguridad. La ciudad se ubica estratégicamente en el suroccidente colombiano, muy cerca del Cauca, un departamento donde el conflicto armado es endémico debido a la alta concentración de cultivos de coca y la implacable lucha por el control de las rutas del narcotráfico.
Durante la COP16, la federación de disidencias comandadas por Iván Mordisco, conocida como Estado Mayor Central, amenazó directamente la cumbre. En respuesta, el Estado desplegó toda su fuerza militar y policial, logrando que el evento se desarrollara sin incidentes. Sin embargo, el atentado de este jueves pone de manifiesto las amenazas latentes que se ciernen sobre el millón de habitantes de la capital del departamento.
El presidente Petro, en otro segmento de su mensaje, extendió un llamado a la comunidad internacional: “El gobierno considera aquí y le pide al mundo que considere a la junta del narcotráfico como una organización terrorista, y a sus bandas armadas en el Cauca, Guaviare, Antioquia y el Caribe colombiano”. El mandatario ha señalado que esta “junta”, con supuesta sede en Dubái y compuesta por narcotraficantes de varias nacionalidades, también estaría implicada en el atentado contra el senador Miguel Uribe Turbay.
El reciente atentado en Cali no es un hecho aislado, sino la cruda manifestación de una realidad compleja y un conflicto que muta. La conexión entre el narcotráfico y el terrorismo evidencia la sofisticación de las amenazas que desafían la seguridad nacional. ¿Hasta dónde se extenderá esta ola de violencia y qué estrategias serán necesarias para desmantelar estas redes que buscan desestabilizar el país?