La Habana.- Un fallo histórico sacude la cúpula de poder. El Tribunal Supremo de Cuba sentenció a privación perpetua de libertad al ex ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil, culminando un proceso judicial por graves delitos de espionaje y corrupción ex ministro Cuba. La condena detalla un actuar simulador y corrupto para obtener beneficios personales a costa de la administración pública.
La caída de Alejandro Gil y la condena por espionaje
El Tribunal Supremo de Cuba condenó este lunes 8 de diciembre de 2025 a privación perpetua de libertad al ex ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil. La sentencia se emitió tras declararlo culpable de los delitos de espionaje y corrupción en lo que se denominó una primera causa penal.
Alejandro Miguel Gil Fernández, quien fuera una figura central en la economía cubana, no solo enfrentó una, sino dos sentencias separadas por delitos graves contra el estado y la administración.
Los múltiples delitos imputados al ex ministro Gil
En un segundo juicio, el ex ministro Gil fue condenado a una sanción de 20 años de cárcel. Estos cargos adicionales reflejan la magnitud de las irregularidades detectadas durante su gestión, incluyendo:
- Cohecho de carácter continuado como medio para cometer falsificación de documentos públicos.
- Tráfico de influencias de carácter continuado.
- Evasión fiscal, también de carácter continuado.
El Tribunal Supremo de Cuba, en una nota oficial, expuso la naturaleza de las acciones del ex funcionario. Se destacó que, «mediante un actuar corrupto y simulador, se aprovechó de las facultades otorgadas por las responsabilidades que asumió para obtener beneficios personales».
Detalles del fallo: la traición a la confianza
Según el comunicado del Tribunal Supremo, Alejandro Gil engañó a la dirección del país y al pueblo que representaba. Las autoridades judiciales señalaron que el ex ministro recibió dinero de firmas extranjeras y sobornó a otros funcionarios públicos con el objetivo de legalizar la adquisición de bienes.
Una de las imputaciones más severas se centra en el manejo de información clasificada, un elemento clave para la acusación de espionaje. El Tribunal Supremo indicó:
> «Asimismo [Gil] incumplió procesos de trabajo con la información oficial clasificada que manejaba, la sustrajo, la dañó y finalmente la puso a disposición de los servicios del enemigo», señala el comunicado.
Es importante recordar que Gil, quien fuera ministro de Economía y Planificación, había sido destituido de su cargo por el mandatario Díaz-Canel en febrero de 2024. Desde esa fecha y hasta el inicio de los juicios, el paradero del ex ministro no fue conocido públicamente, lo que generó una gran curiosidad en torno a su situación.
Alejandro Gil tiene un plazo de 10 días para interponer los recursos de apelación de las sentencias emitidas por el Tribunal Supremo de Cuba.
Contexto global y notas relacionadas al caso
El caso de Alejandro Gil ocurre en un contexto político regional complejo, donde otras notas han capturado la atención internacional, como las acusaciones cruzadas en temas sensibles:
- El Gobierno de Cuba ha rechazado acusaciones de involucramiento con el narcotráfico.
- Altos funcionarios de la isla acusan que Estados Unidos es el «mayor emisor» de drogas a Cuba.
En otras noticias globales registradas en el mismo periodo, se destaca la liberación de una madre migrante que fue detenida por ICE debido a un vínculo con una vocera de Donald Trump. Tras su arresto, Ferreira fue trasladada a un centro de detención en Luisiana. También, la Arquidiócesis de Nueva Orleans pagará 230 millones de dólares a víctimas de abuso sexual, sobrevivientes que testificaron que, décadas después, siguen afectados por los recuerdos dolorosos. Finalmente, el humorista Jimmy Kimmel extendió su contrato con ABC por un año más, asegurando que el presentador de «Jimmy Kimmel Live!», un programa de variedades, continuará al frente del show hasta mediados de 2027.
La condena de cadena perpetua para un ex ministro de Economía, una figura que manejaba información clasificada y gozaba de la confianza del gobierno, expone una fractura profunda en la estructura del poder cubano. ¿Hasta dónde llega el alcance de esta red de corrupción y espionaje, y qué impacto tendrá en la dirección del país la revelación de que sus más altos funcionarios fueron «engañados» por quien consideraban un colega?







