| BITÁCORA DEL CARIBE | Una MOBIda de riesgo para la 4T-QR

Por Sergio R. Caballero

Después de la inseguridad, el principal problema de Cancún es la movilidad.

Y la movilidad no es solo transporte: son las vialidades, los accesos, las rutas y la capacidad real de mover a una ciudad que creció sin orden.

El rezago es enorme, y el Gobierno del Estado —de Morena— intenta corregirlo a menos de dos años de que concluya la administración, con un proyecto que llega después de casi tres trienios de ayuntamientos también morenistas.

El nuevo Sistema de Movilidad del Bienestar Quintanarroense (MOBI) entrará en operación en menos de dos semanas para sustituir un modelo colapsado.

De entrada: 30% de las colonias no tiene transporte masivo, las avenidas están saturadas con combis, mototaxis y autobuses mezclados, y la flota tiene 18 años de antigüedad, cuando la demanda real requiere entre 650 y 700 autobuses. Hoy solo circulan unos 540.

El arranque llega con un aumento generalizado de tarifas: 15 pesos en todas las rutas, tanto en la ciudad como en la Zona Hotelera. El rediseño contempla 11 corredorespago electrónico, integración metropolitana, dos CETRAM, y la sustitución gradual de combis y vans, que pasarán a operar como “alimentadoras”. También se ordenarán mototaxis y transporte foráneo, que tendrá tres años para renovar unidades e instalar gobernadores de velocidad.

El proyecto implica 5 mil 300 millones de pesos entre gobiernos y concesionarios; el pago será por kilómetro recorrido, sujeto a programación, frecuencias y estándares de calidad. Los concesionarios que no renueven flotilla quedarán fuera. Por primera vez se contempla un subsidio anual cercano a 650 millones de pesos para garantizar operaciones en horarios y zonas no rentables.

Habrá una reingeniería total de rutas, incluida la llegada del Puente Nichupté, que obligará a redistribuir accesos hacia la Zona Hotelera. También avanza la sustitución gradual de policías de Tránsito por agentes de Movilidad, y la integración plena mediante pago electrónico y transbordos de menor costo. La transición será de dos años: 2026 y 2027.

Aplanadora morenista, pero…

Pero el proyecto también tiene implicaciones políticas enormes que colocan en el centro a Morena-QR. Entre otras decisiones, el transporte pasará de los ayuntamientos al Gobierno del Estado. ¿Problema? No. En el Congreso, Morena (y aliados) tiene mayoría holgada, y los ayuntamientos no solo son guindas: sus alcaldes bailan al son que se marca desde la 22 de Enero, incluso cuando se trata de quitarles ingresos.

Entonces, es un hecho.
Pero evidentemente el proyecto no madurará en dos años: es una apuesta transexenal.

Hoy nadie duda que Morena gane la gubernatura. Lo que sí está en duda es si podrá conservar su aplanadora en el Congreso y el carro completo en los 11 ayuntamientos.

Y está el factor más importante: la gente.
El transporte subirá a 15 pesos, y pasarán muchos meses antes de que se vean beneficios reales como unidades nuevas y rutas mejoradas.
Pese al control político de Morena, el nuevo MOBI no deja de ser una jugada de riesgo político.

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