Por Sergio R. Caballero
Más que estar atentos a las encuestas o la señales para la confección de la llamada valoración política, en Quintana Roo, el drama de la sucesión se ubica en la relación de Morena y el PVEM.
Las encuestas son prácticamente ociosas, pues Morena sigue sin rival enfrente y la valoración política esta atada los amarres en el Altiplano.
Ante ello, el debate nacional del llamado “matrimonio por conveniencia” entre Morena y el PVEM, tiene una relevancia aún más trascendente en Quintana Roo, donde la relación entre ambos partidos llega a niveles de cogobierno.
El prestigiado periodista Jorge Zepeda Patterson, en un artículo reciente sobre el “matrimonio por conveniencia entre guindas y verdes”, refiere sobre la entidad que, como una especie de pago al entonces presidente Andrés Manuel López Obrador por poner “a disposición de Morena” a legisladores del PVEM, este partido —entre otras cosas— se hizo de la gubernatura de San Luis Potosí y de arreglos convenientes en Quintana Roo.
Y estos arreglos convenientes, en la actualidad, se pueden palpar, por ejemplo, en la Secretaría del Bienestar —antes Desarrollo Social—, cuyo titular es Pablito Bustamante, que en 2018 fue candidato del PRI-PVEM-Panal a la presidencia municipal y que ahora está en una delirante pre-precampaña para ese mismo puesto, pero bajo la alianza Morena-Partido Verde.
Sin embargo, nada es para siempre. Cada vez más analistas establecen la separación de dichos partidos a partir de la premisa de que los verdes están sobrevalorados y, como dice el propio Zepeda Patterson, son como “agua y aceite”, toda vez que, precisa: “Morena representa los intereses de los sectores populares, mientras que el Verde se caracterizó por el reclutamiento de jóvenes de las altas esferas, cachorros políticos y juniors, muchos de ellos”.
No obstante, la relación se sigue sustentando en la dependencia de Morena a un puñado de diputados y senadores verdes para conseguir la mayoría calificada en reformas de profundo calado.
Aunque una de las opciones de Morena para romper esta codependencia —y que sería la osada— es asumir acuerdos con MC (partido con el que ideológicamente es más afín) y llevarse algunos senadores y diputados del PVEM.
Se trata de un auténtico thriller político, con consecuencias directas en Quintana Roo de cara a la sucesión gubernamental.
Además, Manuel Velasco, uno de los barones del Verde, ha deslizado que esta alianza podría seguir a nivel federal, es decir, a nivel de continuar formando mayorías en el Congreso de la Unión y en el Senado, pero que podría ya no aplicarse en los estados. En 2027 habrá elecciones de gobernador en 17 estados.
Colaboración de hoy lunes en el noticiero “Buenos Días con Artirto Medina”