Finalmente hubo debate —aunque no necesariamente de altura— en la monolítica XVIII Legislatura. Si es un parlamento, aunque sea local, resulta una aberración que el Congreso del Estado se caracterice por no debatir. Sería algo así como un partido de futbol sin goles, o un parque de la Península sin puestos de marquesitas.
Todo arrancó cuando el diputado de MC, José Luis Pech, reclamó al morenista Alberto Batún, presidente de la Comisión de Movilidad, que no haya dado trámite a su iniciativa para abrogar la repudiada ‘Ley Chaleco’.
Batún no respondió al fondo. Su reacción fue descalificar la carrera política del Dr. Pech, quien —como muchos en Morena— ha pasado por más de un partido.
El presidente de la Comisión de Movilidad de la XVIII Legislatura, aun sigue sin sincronizar sus ideas.
Y aplica aquello de que el hábito no hace al monje: Batún tiene amplia experiencia legislativa. Ha sido dos veces diputado local y una vez diputado federal, y de repente, a la primera pregunta seria, espera ocurriencias.
Pero el punto es otro: Batún nunca dijo cuándo le dará trámite a la iniciativa, respuesta que no solo espera el legislador naranja, sino cientos, quizá miles de motociclistas.
O tal vez el diputado morenista es de los tantos expertos en patear la lata.










