
¿Qué está en juego para América Latina en 2025?
El futuro económico de América Latina y el Caribe se vuelve más incierto. El Banco Mundial ha encendido las alertas con una revisión a la baja en sus proyecciones para la región, destacando riesgos estructurales y externos que podrían frenar el crecimiento durante los próximos meses. México, en el ojo del huracán, enfrenta un posible estancamiento, mientras la región busca redefinir su papel en un mundo más volátil.
El nuevo pronóstico del Banco Mundial: señales de alerta
De 2.5% a 2.1%: un ajuste que preocupa
El Banco Mundial redujo su previsión de crecimiento económico para América Latina y el Caribe en 2025 a 2.1%, por debajo del 2.5% proyectado en enero. Este ajuste confirma lo que ya se percibía en distintos sectores: los motores del crecimiento regional se están debilitando ante un entorno internacional más adverso.
Este nuevo panorama coloca a América Latina como la región de menor expansión a nivel global para el año entrante.
Factores detrás del recorte
Entre las causas clave señaladas por el organismo destacan:
- La demora en los recortes de tasas de interés en países desarrollados.
- Restricciones comerciales globales más estrictas.
- La desaceleración económica en China, un socio clave.
- Recortes en ayuda internacional para el desarrollo.
Esta combinación de factores refleja un contexto global más complejo, donde los países de la región enfrentan un entorno cada vez menos favorable para el comercio y la inversión.
México y Brasil: los gigantes que pierden impulso
México: de esperanza a estancamiento
Uno de los datos más alarmantes del informe es la previsión de crecimiento cero para México en 2025. En apenas tres meses, la expectativa pasó de una expansión de 1.5% a una completa parálisis.
Además, el Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta incluso una contracción del 0.3% para la economía mexicana el próximo año, citando el impacto de tensiones comerciales con Estados Unidos y el aumento de aranceles.
Este panorama sombrío obliga a una reflexión profunda sobre la capacidad del país para adaptarse a un entorno global más hostil.
Brasil: menos dinamismo en el sur
Brasil tampoco escapa a la tendencia. El Banco Mundial redujo su expectativa de crecimiento para 2025 a 1.8%, desde el 2.2% previo. Aunque aún se proyecta una expansión, esta será insuficiente para marcar una diferencia regional significativa.
Ambos países, que representan casi dos tercios del PIB regional, están viendo evaporarse sus márgenes de maniobra ante los desafíos actuales.
¿Por qué América Latina pierde tracción?
El dilema de la deuda y el gasto público
Uno de los factores estructurales más preocupantes es el nivel de deuda pública. Según el Banco Mundial, la relación deuda/PIB de la región pasó de 59.4% en 2019 a 63.3% en 2024. Esto reduce el margen fiscal para responder con políticas contracíclicas en caso de una nueva crisis.
La presión sobre los presupuestos nacionales limita la capacidad de inversión en infraestructura, salud o educación, lo que a su vez afecta la competitividad de largo plazo.
Productividad y tecnología: una carrera pendiente
El organismo también subraya la necesidad de aumentar la productividad y mejorar el acceso tecnológico. En un entorno donde la inversión extranjera directa y el comercio siguen siendo claves, América Latina necesita modernizar su base productiva para captar nuevos mercados.
El economista jefe del Banco Mundial para la región, William Maloney, apuntó que la diversificación de destinos comerciales y exportaciones de servicios podría ser una vía viable para impulsar el crecimiento, pero advirtió que se requieren reformas estructurales para lograrlo.
Argentina, una excepción con condiciones
Curiosamente, Argentina figura como una de las pocas economías regionales con una mejora en sus perspectivas. La nación sudamericana, que recientemente firmó un acuerdo con el FMI por 20 mil millones de dólares, vería un crecimiento del 5.5% en 2025, frente al 5.0% previsto anteriormente.
No obstante, este repunte está condicionado por la implementación rigurosa del acuerdo, y no garantiza estabilidad a largo plazo. Aun así, la cifra contrasta con el clima general de enfriamiento regional.
Reformas urgentes en tiempos inciertos
Una llamada a la acción desde el Banco Mundial
“El panorama económico mundial ha cambiado drásticamente, marcado por mayores niveles de incertidumbre”, advirtió Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del Banco Mundial para la región. En su mensaje, hizo un llamado a impulsar reformas audaces y prácticas que permitan a los países adaptarse a un entorno cambiante.
El subtexto es claro: la región no puede darse el lujo de seguir dependiendo de ciclos externos o de condiciones coyunturales. Es tiempo de tomar decisiones estratégicas que aseguren un crecimiento sostenible y más inclusivo.
Entre la resiliencia y la urgencia
América Latina y el Caribe enfrentan un 2025 cargado de desafíos. La revisión del Banco Mundial no solo pone números sobre la mesa, sino que también desnuda la vulnerabilidad estructural de una región que no ha logrado consolidar su crecimiento.
El caso de México, que podría quedar en cero o incluso retroceder, es un recordatorio de que sin reformas profundas, el crecimiento seguirá siendo esquivo. La región necesita recuperar su dinamismo con políticas públicas más efectivas, mayor inversión en capital humano y un enfoque estratégico hacia la innovación y el comercio.
El reloj ya está corriendo. La incertidumbre no espera.