
México enfrenta una paradoja económica: aunque ha logrado la mayor reducción de pobreza en América Latina, el Banco Mundial prevé que su economía no crecerá en 2025.
En medio de una región con bajo dinamismo, el país se perfila como uno de los más rezagados, según el nuevo informe del Banco Mundial. La palabra clave: crecimiento económico en México.
México ante el estancamiento económico: una advertencia global
Proyecciones que encienden alarmas
El reciente informe del Banco Mundial sobre América Latina y el Caribe (LACER) coloca a México como uno de los países con peores expectativas de crecimiento económico en la región:
- 0.0% en 2025
- 1.1% en 2026
El país comparte este oscuro panorama solo con Haití, que sufrirá una caída del PIB de -2.2%. En contraste, la región crecerá en promedio un 2.1% en 2025, subrayando la debilidad del caso mexicano.
Estas cifras llegan un día después de que el Fondo Monetario Internacional proyectara una contracción de -0.3% en 2024 para México, seguida de un ligero repunte del 1.4% en 2026.
Factores estructurales que frenan el desarrollo
Baja inversión y deuda elevada
El Banco Mundial identifica tres obstáculos principales para el crecimiento de México:
- Inversión pública y privada insuficiente
- Altos niveles de endeudamiento
- Entorno externo volátil
La falta de incentivos para la inversión en infraestructura, innovación y educación compromete la competitividad del país. A esto se suma un contexto internacional incierto, con tensiones comerciales y desaceleración económica en socios clave como Estados Unidos y China.
Estancamiento productivo
Aunque el ingreso laboral ha aumentado, la productividad sigue estancada, especialmente en sectores dominados por la informalidad. Esto impide que el crecimiento sea sostenible o inclusivo a largo plazo.
Nearshoring: oportunidad incierta
¿Una promesa sin garantía?
El fenómeno del nearshoring —la relocalización de cadenas de suministro más cerca de los mercados de consumo— ha sido visto como una oportunidad histórica para México. Sin embargo, el Banco Mundial advierte que no basta con la ventaja geográfica.
La dependencia de México de las exportaciones, que representan más del 25% del PIB, se convierte en un arma de doble filo.
- A EE. UU.: Manufacturas
- A China: Minerales y combustibles
En un entorno de guerra comercial, esta concentración expone al país a riesgos externos.
“El nearshoring no está muerto, pero es incierto”, advierte el reporte. Para aprovecharlo, México debe diversificar destinos y expandir servicios.
Un logro social entre el estancamiento
La mayor reducción de pobreza en América Latina
Entre 2018 y 2023, México redujo la pobreza en 8 puntos porcentuales, el mayor descenso de toda la región. Esto se logró gracias a:
- Programas sociales de transferencias
- Mejoras en el ingreso laboral
El Banco Mundial resalta un crecimiento real del salario promedio de 6 puntos porcentuales, especialmente entre los trabajadores formales. Sin embargo, advierte que la informalidad aún domina el mercado laboral.
¿Es sostenible esta mejora?
Aunque positiva, esta mejora social no garantiza estabilidad si no se acompaña de políticas estructurales. Sin productividad, empleo formal y crecimiento sostenido, los avances podrían revertirse.
México frente al futuro: entre reformas o rezago
Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, lo resume así:
“El panorama económico mundial ha cambiado drásticamente, marcado por mayores niveles de incertidumbre”.
En este contexto, el informe llama a los países —especialmente a México— a impulsar reformas que:
- Mejoren la productividad
- Cierren brechas en infraestructura, comercio y educación
- Fortalezcan la gobernanza
Sin estas transformaciones, el país no solo quedará rezagado en crecimiento, sino que podría perder competitividad en sectores clave.
Un país en la cuerda floja
La paradoja mexicana —reducción de pobreza sin crecimiento— plantea un reto urgente para el próximo sexenio.
La ventana del nearshoring podría cerrarse si no se aprovecha con reformas de fondo.
El estancamiento económico no es solo un dato técnico: es un riesgo social y político.
Si el país no actúa con decisión, las cifras que hoy celebran la reducción de pobreza podrían ser reemplazadas por nuevas estadísticas de desigualdad y rezago.