Alejandro Peza/CARIBE PENINSULAR
CHETUMAL.- El secretario general de la Sección 45 del Sindicato Nacional de Trabajadores de Salud (SNTSA) en Quintana Roo, reveló que apenas un 36 por ciento del personal médico y de enfermería en Quintana Roo ha logrado formalizar su adscripción al programa IMSS-Bienestar.
De acuerdo con el dirigente sindical, de un total de 3 mil 800 trabajadores afiliados al gremio, únicamente mil 400 han concretado su transferencia a la nómina federal, lo que les permite acceder a mejores salarios y prestaciones laborales bajo el nuevo esquema del organismo.
En mayo de 2024, el director general del Instituto Mexicano del Seguro Social, Zoé Robledo, lanzó un «Plan de 100 Días», para concretar la tarea que el sector salud comenzó tres años atrás, en materia de infraestructura, equipamiento, contratación de más personal, cobertura de brechas, y sobre todo, la basificación total del personal en los 23 estados que transfirieron sus Servicios de Salud a IMSS-Bienestar, lo que aún sigue pendiente.
Te puede interesar: Darán basificación a 300 trabajadores del gobierno de QR
Sansores Matos explicó que el proceso de transición ha sido lento y desigual entre las diferentes jurisdicciones sanitarias del estado, debido a problemas administrativos, falta de claridad en los criterios de selección y rezagos en la validación de expedientes laborales.
“El personal que ya fue transferido ha visto una mejora real en sus ingresos y condiciones laborales, pero aún hay una gran cantidad de trabajadores que siguen esperando respuesta. Nos preocupa la falta de información y de tiempos definidos por parte de las autoridades”, señaló.
El líder sindical destacó que el sindicato mantiene comunicación constante con la Secretaría de Salud estatal (Sesa) y con el IMSS-Bienestar, con el objetivo de garantizar que ningún trabajador quede excluido del proceso y que se respeten los derechos laborales de quienes aún permanecen bajo contrato estatal.
Barbaciano Sansores Matos llamó a las autoridades federales a agilizar la incorporación del personal restante, ya que la transición al nuevo modelo de salud pública solo será efectiva si el total de la plantilla médica y de enfermería cuenta con estabilidad laboral y condiciones dignas para desempeñar su labor.
