
Un violento atentado suicida ha sacudido el noreste de Nigeria, cobrando la vida de al menos veinte combatientes que formaban parte de una milicia local dedicada a la lucha antiyihadista. El ataque se atribuye al grupo extremista Boko Haram y subraya la persistente inestabilidad en la región.
Ataque en Borno
El atentado ocurrió durante la noche del pasado viernes, aproximadamente a las 21:15 hora local. El incidente tuvo lugar cerca de un mercado en el distrito de Konduga, ubicado en el estado de Borno, una zona particularmente afectada por la violencia yihadista.
Fuentes locales, incluyendo un jefe de milicia y residentes, detallaron que el ataque fue perpetrado por una mujer que detonó los explosivos que llevaba consigo al acercarse a un grupo de miembros de la milicia antiterrorista.
El contexto de la insurgencia
Este suceso se enmarca en un conflicto que lleva más de quince años azotando el norte de Nigeria. La insurgencia yihadista ha dejado un saldo devastador en el país y la región circundante:
- Más de 40.000 muertos
- Dos millones de personas desplazadas
Según datos recientes disponibles, la violencia ha trascendido las fronteras nigerianas, afectando también a países vecinos como Níger, Camerún y Chad, expandiendo así la crisis humanitaria y de seguridad.
Reacciones y balance provisional
Un portavoz de la policía en el estado de Borno ha indicado que la cifra de víctimas mortales reportada inicialmente podría aumentar.
Durante la jornada del sábado, se llevó a cabo un entierro colectivo para honrar a los combatientes caídos, según constataron reportes desde el terreno.
El atentado suicida reciente reitera la constante amenaza que representan los grupos yihadistas en la zona y la vulnerabilidad de las fuerzas locales que combaten esta insurgencia.