
El ataque contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay revela la compleja interacción entre violencia política y redes de microtráfico, según el testimonio del menor responsable del atentado.
El ataque y el testimonio del menor
La noche del sábado 7 de junio, el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay fue víctima de un atentado en el barrio Modelia, en el occidente de Bogotá. El político recibió tres impactos de bala, dos en la cabeza y uno en la pierna, y permanece en estado grave.
El responsable del ataque fue un adolescente de 14 años que utilizó una pistola Glock de 9 milímetros. Según su propio testimonio, el menor confesó haber recibido instrucciones y dinero de un hombre vinculado a una “olla” para ejecutar el atentado.
El contexto del barrio Villas de Alcalá
Según información preliminar y reportes de Blu Radio y El Tiempo, el adolescente residía en el barrio Villas de Alcalá, en la localidad de Engativá. Este sector se caracteriza por condiciones sociales adversas y la presencia irregular de redes de microtráfico.
Vecinos y autoridades han advertido un aumento alarmante en el consumo de sustancias psicoactivas entre adolescentes y jóvenes en el barrio. Residentes del sector han notado un deterioro en los últimos meses, con incremento en el uso de drogas y actividades ilícitas que afectan a la niñez y juventud.
“La falta de oportunidades y la presencia de bandas hacen que los jóvenes sean más vulnerables”, expresó uno de los residentes consultados por el medio.
Habitantes del sector atribuyen este fenómeno a:
- La ausencia de espacios recreativos.
- La falta de programas de prevención efectivos.
Esta carencia, según los vecinos, propicia un ambiente donde los adolescentes están expuestos a riesgos crecientes por la influencia de pares y la presencia de actores criminales.
La investigación se centra en la red de microtráfico
Las autoridades investigan la posible relación entre el entorno del menor y la organización criminal que habría planeado el ataque. Han confirmado que la zona experimenta una presencia fluctuante de redes de microtráfico que se disputan el control territorial, derivando en conflictos y enfrentamientos entre grupos juveniles.
El despliegue de 50 uniformados para custodiar al menor en la clínica Colombia, donde permanece bajo estricta vigilancia, se relaciona con la búsqueda del responsable de la red de venta de drogas que el adolescente señaló como su contratista.
Según informó El Tiempo, las investigaciones se centran en la vivienda de la tía materna del joven en Villas de Alcalá. El adolescente fue interceptado por la Unidad Nacional de Protección (UNP) y la Policía. Tras ser reducido, ofreció colaborar con las autoridades.
El medio mencionado reportó que el joven manifestó: “Fue el man de la olla, yo digo quién fue, déjenme darle los números”, lo que impulsó la búsqueda del dueño de la olla de droga.
Fuentes consultadas por El Tiempo indican que en la zona existen dos puntos de expendio de droga (ollas) frente al conjunto residencial del menor. Las autoridades realizan diligencias puerta a puerta buscando identificar al controlador del tráfico en un parque cercano.
Operativos intensificados
Permanecen cerca de 20 uniformados de la Policía en el área de los hechos, reforzando la seguridad e investigación. Las autoridades han intensificado los operativos en los barrios mencionados para desarticular puntos de venta de estupefacientes y capturar a los implicados en el ataque.
Este incidente subraya la compleja realidad de las redes de microtráfico y su potencial conexión con actos de violencia de alto perfil, revelando las vulnerabilidades de los entornos afectados por la actividad criminal.