El texto proporcionado detalla los acontecimientos que llevaron a los recientes ataques de Israel contra Irán, en el contexto de un ultimátum de 60 días emitido por el presidente de EE.UU., Donald Trump, y los esfuerzos diplomáticos paralelos. Analizamos las tensiones, las advertencias israelíes y la planificación detrás de la operación.
Ultimátum de Trump y la postura israelí
El presidente de EE.UU., Donald Trump, lanzó “esta primavera” un ultimátum de 60 días al líder supremo de Irán para alcanzar un acuerdo nuclear, con plazo para “mediados de junio”. Trump instó al primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, a posponer sus ataques contra Irán para dar margen a las negociaciones.
Sin embargo, “incluso mientras figuras de la administración Trump proyectaban públicamente su determinación de buscar una solución diplomática”, Israel advertía en privado a Estados Unidos que ya había decidido atacar.
“A finales del mes pasado”, un pequeño grupo de legisladores de la Cámara de Representantes de EE.UU. visitó a Netanyahu en Jerusalén. Allí, Netanyahu declaró firmemente que Israel atacaría a Irán y “que no solicitarían permiso de Estados Unidos para hacerlo”, según una persona que asistió a la reunión y otra informada al respecto.
“Luchamos o morimos”, dijo Netanyahu a los legisladores, según las fuentes.
Las advertencias de Estados Unidos y la decisión de atacar
En respuesta a la declaración de Netanyahu el “26 de mayo”, dos de los legisladores presentes, los representantes Michael McCaul, de Texas, y Michael Lawler, de Nueva York, instaron a Israel a coordinarse con Estados Unidos y enfatizaron la importancia de que el ultimátum de 60 días de Trump siguiera su curso.
A pesar de esto, “el viernes, día 61”, Israel lanzó ataques sin precedentes contra Irán, dirigidos contra su programa nuclear y sus líderes militares. Un asistente declaró que el plazo de 60 días de Trump “no fue un farol”.
Trump mismo planteó un argumento similar “el viernes”, diciendo: “Irán debería haberme escuchado cuando dije… ya saben, les di, no sé si lo saben, una advertencia de 60 días y hoy es el día 61”.
El ataque, sin embargo, “se gestó durante mucho más tiempo, fruto de años de meticulosa planificación por parte de Israel y días de importantes negociaciones entre Tel Aviv y Washington”, según funcionarios de ambos países.
La planificación israelí y la prioridad nuclear
Para Israel, destruir la capacidad nuclear de Irán ha sido una prioridad de tiempo, lo que Netanyahu describió “el viernes” como una “amenaza para la propia supervivencia de Israel”.
El gobierno de Trump sabía de antemano que esto ocurriría y que era improbable que Netanyahu se dejara disuadir, ya que Estados Unidos estaba intensificando la presión internacional sobre Irán, incluso mientras los diplomáticos intentaban mantener vivas las negociaciones “hasta el último minuto”.
Según funcionarios de seguridad israelíes citados, la agencia de inteligencia israelí, el Mossad, llevó a cabo una meticulosa planificación:
- Desplegó espías sobre el terreno en Irán.
- Introdujo armas de contrabando en el país para atacar la defensa iraní desde dentro.
- Estableció una base para el lanzamiento de drones explosivos dentro de Irán.
El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, declaró “este viernes” que el momento de los ataques buscaba tanto frustrar las capacidades de Irán como eliminar la amenaza de destrucción de Israel. “Nos encontramos en un punto clave en el que, si no lo logramos, no tendremos forma de impedir que Irán desarrolle armas nucleares que amenacen nuestra existencia”, afirmó.
Negociaciones y la votación del OIEA
Las negociaciones para un nuevo acuerdo nuclear, lideradas por el enviado especial presidencial a Medio Oriente, Steve Witkoff, y moderadas por Omán, comenzaron en “abril”. El grupo se reunió por última vez el “23 de mayo, en Roma”. Inicialmente, una sexta ronda estaba programada para “este domingo en Mascate”.
“El jueves”, horas antes de los ataques israelíes, la junta del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) adoptó una resolución que declaraba a Irán incumpliendo sus obligaciones de no proliferación. La resolución se aprobó con 19 votos a favor, tres en contra y 11 abstenciones, según Reuters.
“Dos días antes”, Estados Unidos envió un mensaje a ocho países que consideraba potencialmente persuasibles, instándolos a votar con Estados Unidos o a abstenerse, según un funcionario estadounidense. Esta medida marcó un compromiso importante de Estados Unidos sobre el tema, que Israel señaló como una razón para sus ataques.
A pesar de los ataques, funcionarios de la Casa Blanca argumentan que el presidente está comprometido a rescatar las conversaciones nucleares en curso. Witkoff está “listo” para reunirse con funcionarios iraníes cuando lo estén, ya sea en Omán “el domingo”, como estaba previsto previamente, o en fecha posterior, según una fuente.
Trump sugirió “este viernes” que funcionarios iraníes lo habían contactado, expresando optimismo sobre un acuerdo. “Me están llamando para hablar”, declaró Trump en una entrevista con NBC News.
Comunicación entre Estados Unidos e Israel
Según una fuente con conocimiento directo de la planificación, Estados Unidos tuvo una visión relativamente clara del alcance de la operación israelí “la semana pasada”, con funcionarios de inteligencia recibiendo múltiples actualizaciones diarias.
Aunque Israel minimizó lo compartido con la administración Trump, Estados Unidos comprendía los objetivos y el orden de las operaciones, según la fuente, aunque desconocía la magnitud del daño o la respuesta iraní.
“El domingo por la noche y el lunes”, Trump y sus principales asesores, incluyendo al vicepresidente J. D. Vance, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, y el secretario de Estado, Marco Rubio, se reunieron en Camp David para tratar diversos temas, incluyendo cómo lograr un acuerdo nuclear con Irán sin una escalada.
“Ese mismo fin de semana”, Witkoff tuvo conversaciones directas con su homólogo iraní, el ministro de Asuntos Exteriores, Abbas Araghchi, según una fuente. “A principios de semana”, Witkoff también contactó a intermediarios omaníes con una nueva idea de marco de acuerdo, cambiando la propuesta inicial de Estados Unidos.
Antes de partir de Camp David, Trump y Netanyahu hablaron por teléfono sobre Irán. Trump le pidió a Netanyahu que dejara de hablar de un ataque y detuviera las filtraciones, según una fuente. Tras la llamada, Trump expresó dudas sobre las conversaciones. “Estamos intentando llegar a un acuerdo… Espero que así sea, pero puede que no. Pronto lo sabremos”, declaró Trump a periodistas. En un podcast grabado “ese mismo día”, Trump reconoció al New York Post que perdía confianza.
Señales públicas y el desarrollo del ataque
“El miércoles por la tarde, hora de EE.UU.”, surgieron señales públicas: el Departamento de Estado ordenó la salida de personal no esencial de embajadas y consulados en Iraq, Bahréin y Kuwait debido a “un aumento de los riesgos de seguridad”, según fuentes. El presidente estaba al tanto.
Trump aludió públicamente al posible ataque, advirtiendo de un “conflicto masivo” en Medio Oriente que podría estallar “pronto”. Dijo haber instruido la salida de estadounidenses “porque algo podría pasar pronto”.
“El jueves”, altos funcionarios de Trump recibieron instrucciones de llamar a homólogos regionales enfatizando la diplomacia y la no participación de Estados Unidos. Algunos no pudieron comunicarse, como Tulsi Gabbard con su homólogo israelí.
“A última hora del jueves”, la administración Trump tenía claro que no se podía disuadir a Israel de lanzar los ataques, según otros dos funcionarios estadounidenses. Creían que podrían retrasar la operación unas horas para proteger fuerzas, pero no más.
Trump habló con Netanyahu varias veces “el jueves” y convocó una reunión de gabinete mientras ocurrían los ataques. Se difundió un mensaje equilibrado.
“No estamos involucrados en ataques contra Irán y nuestra principal prioridad es proteger a las fuerzas estadounidenses en la región”, declaró Rubio. Añadió que Israel informó considerar la acción necesaria para su defensa y que Estados Unidos tomó medidas para proteger fuerzas y mantuvo contacto con socios. “Irán no debe atacar los intereses ni al personal de Estados Unidos”, concluyó.
Reacciones y evaluaciones de daños
Republicanos y demócratas clave del Congreso no se sorprendieron por la acción israelí, aunque algunos se mostraron desconcertados por su alcance. El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, recibió información previa “el jueves”, aunque no hubo una sesión informativa completa, según fuentes.
Diplomáticos estadounidenses estaban preocupados por la probabilidad de un ataque, pero se sorprendieron cuando ocurrió “el jueves por la noche”. “Quizás Donald Trump lo sabía, pero no creo que el resto de nosotros lo supiéramos”, declaró un alto diplomático estadounidense.
Antes de los ataques, funcionarios de inteligencia creían que Irán evaluaría lo que le quedaba antes de tomar represalias, considerando si les quedaba suficiente poder disuasorio o si estaban en camino de ser derrocados. En este último caso, esperaban una respuesta con ataques estratégicos o terroristas a través de grupos aliados.
Las evaluaciones iniciales de daños indican que los ataques israelíes contra la instalación nuclear iraní de Natanz fueron “extremadamente efectivos”, yendo más allá de daños superficiales. Dejaron sin electricidad los niveles inferiores con las centrifugadoras, según dos funcionarios estadounidenses. “Fue un bombardeo de amplio espectro”, dijo otra fuente.
Para “el viernes por la noche”, Irán había llevado a cabo ataques contra “decenas de objetivos, centros militares y bases aéreas” de Israel, según el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica en un comunicado. No estaba claro cuántos más seguirían.
Estados Unidos sigue de cerca los eventos en Iraq por la seguridad de las tropas, dada la proximidad a la frontera iraní y la operación de grupos milicianos aliados con Irán.
Funcionarios de inteligencia estadounidenses creen que Irán responderá primero directamente a Israel, pero es posible que lancen ciberataques contra infraestructura crítica estadounidense como represalia. “La situación es bastante inestable”, declaró un funcionario estadounidense “el viernes” al comenzar la respuesta iraní. “Creo que será una noche larga”.
La situación en Medio Oriente sigue siendo tensa tras los ataques israelíes a Irán. La cronología de eventos, desde el ultimátum de Trump hasta la ejecución del ataque y la respuesta inicial iraní, subraya la complejidad y el riesgo inherente a los esfuerzos por controlar el programa nuclear iraní mediante presión y acción militar. Las negociaciones diplomáticas, aunque en curso, se vieron directamente afectadas por la decisión de Israel de proceder con su planificación a largo plazo.
