Asesinan a secretaria de Clara Brugada en ataque directo en CDMX

Ximena Guzmán, secretaria de Clara Brugada, fue asesinada junto al asesor José Muñoz en un ataque directo en la alcaldía Benito Juárez.
Asesinan a secretaria de Clara Brugada
Asesinan a secretaria de Clara Brugada
Asesinan a secretaria de Clara Brugada

Dolor, violencia y política: el asesinato de la secretaria de Clara Brugada sacude a la CDMX

En cuestión de segundos, la vida de dos personas cercanas al poder político de la Ciudad de México fue arrebatada brutalmente. Ximena Guzmán, secretaria Particular de la jefa de Gobierno Clara Brugada, y José Muñoz, asesor, fueron ejecutados en plena vía pública, a plena luz del día. El ataque, directo y certero, ocurrió en una zona céntrica de la capital: Calzada de Tlalpan y calle Napoleón, colonia Moderna, alcaldía Benito Juárez.

Mientras el país se acerca a una jornada electoral crucial, el crimen evidencia las fisuras de seguridad en las estructuras del poder. Y pone en la mira, una vez más, la vulnerabilidad del entorno político.

Un ataque directo: sin aviso y sin piedad

Todo indica que no fue un robo ni un crimen al azar. Según el comunicado del Gobierno de la Ciudad de México, el ataque fue directo. Los responsables, que se desplazaban en una motocicleta, se dieron a la fuga tras disparar contra Guzmán y Muñoz.

La zona del atentado, ubicada en una alcaldía gobernada por la oposición, ha sido históricamente un cruce entre dinámicas políticas, vigilancia y delitos de alto impacto. Sin embargo, un crimen de esta naturaleza, contra funcionarios cercanos a una jefa de Gobierno en funciones, marca un precedente preocupante.

¿Quién era Ximena Guzmán?

Ximena Guzmán no solo era secretaria Particular de Clara Brugada; era parte del núcleo operativo más cercano a la mandataria capitalina. Su rol implicaba cercanía diaria, coordinación política y confianza plena. Su asesinato, por tanto, no es solo una tragedia personal: es un golpe simbólico al equipo de gobierno.

Por otro lado, José Muñoz fungía como asesor, pieza clave en la gestión política y técnica del gobierno de la ciudad. Ambos estaban en una posición estratégica.

Investigación en curso: cámaras, móviles y presiones

La Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) y la Fiscalía General de Justicia de la CDMX ya trabajan en las investigaciones. De momento, las autoridades han centrado su atención en las grabaciones de videovigilancia de la zona. Se busca identificar a los agresores y esclarecer si hubo una motivación política, personal o vinculada al crimen organizado.

Este hecho sucede en un contexto electoral enrarecido, donde la violencia política se ha normalizado en distintas regiones del país. Aunque la CDMX no figuraba hasta ahora como uno de los focos rojos en esa materia, este ataque podría cambiar el panorama.

Contexto político: el riesgo de gobernar

Clara Brugada, figura prominente de la 4T, ha ganado visibilidad nacional en los últimos años. Su ascenso ha sido meteórico: de alcaldesa en Iztapalapa a jefa de Gobierno, con un fuerte respaldo del movimiento obradorista.

El atentado a miembros de su equipo podría tener varias lecturas: desde un mensaje velado hasta una represalia directa. En cualquier caso, subraya el alto riesgo que implica participar en la política mexicana actual, incluso en la capital del país.

Motocicletas y sicariato: un patrón que se repite

El uso de motocicletas en ejecuciones no es nuevo en la CDMX. Este modus operandi ha sido identificado en múltiples asesinatos ligados al crimen organizado y al sicariato urbano. Su eficacia radica en la velocidad de escape y la dificultad para ser rastreados. La pregunta que ahora se impone es: ¿estamos frente a un crimen común, o ante una operación con mayor carga política?

¿Qué sigue para el gobierno de Clara Brugada?

El asesinato de dos colaboradores inmediatos es, además de una tragedia, un desafío institucional. Brugada deberá enfrentar no solo el duelo, sino también la presión de garantizar seguridad a su equipo, reforzar la inteligencia en su administración y demostrar que puede liderar incluso en medio de la violencia.

El mensaje que reciba su gobierno, y la forma en que responda, podrían tener implicaciones nacionales, especialmente en el marco electoral.

La política, en la mira de las balas

La ejecución de Ximena Guzmán y José Muñoz no es solo un crimen más en la estadística. Es un llamado de alerta. La violencia ya no distingue entre actores sociales, candidatos, funcionarios o niveles de gobierno. Penetra las estructuras, amenaza la democracia y cobra vidas con total impunidad.

Frente a ello, la exigencia ciudadana no puede ser menor: justicia real, investigaciones profundas y garantías para quienes se atreven a gobernar.

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