La economía suiza, aún consternada por el anuncio de Donald Trump de un arancel del 39 por ciento sobre sus importaciones, busca activamente una negociación arancelaria suiza con Estados Unidos. El objetivo es presentar una «oferta más atractiva» y superar la inesperada escalada comercial.
La escalada inesperada: Un arancel que golpea a Suiza
La decisión de la administración de Donald Trump de aplicar un arancel del 39 por ciento sobre las importaciones suizas ha generado una profunda consternación en la Confederación Helvética. Esta medida, anunciada el 4 de agosto de 2025 desde Zúrich, es considerablemente más elevada que el 15 por ciento que se impondrá a los productos de la Unión Europea. Además, superó con creces el recargo del 31 por ciento inicialmente mencionado para Suiza.
El anuncio fue un golpe aún mayor al producirse el 1 de agosto, fecha de la fiesta nacional suiza. Los aranceles adicionales entrarán en vigor el 7 de agosto, lo que ha acelerado la búsqueda de soluciones por parte del gobierno suizo.
La respuesta diplomática de Zúrich
Suiza, pese a la sorpresa, ha declarado su firme intención de continuar las negociaciones con Estados Unidos. El objetivo primordial es «presentar una oferta más atractiva» que aborde las preocupaciones estadounidenses y facilite la consecución de un acuerdo. El gobierno suizo ha señalado su determinación de proseguir estas discusiones, incluso más allá de la fecha límite del 7 de agosto, según un comunicado emitido tras una reunión gubernamental.
En paralelo, la Secretaría de Estado suiza encargada de Economía (SECO) se reunió el mismo lunes con diversos representantes de la economía helvética. Aunque el contenido de estas conversaciones no fue revelado, la movilización de la SECO subraya la urgencia y seriedad con la que Suiza aborda esta crisis.
Los números detrás de la fricción comercial
La presidenta suiza, Karin Keller-Sutter, ha ofrecido una perspectiva sobre la motivación detrás de la postura de Trump. Según Keller-Sutter, el exmandatario considera que Suiza «roba» a Estados Unidos, una percepción basada en el déficit comercial estadunidense con los suizos. Este déficit ascendió a casi 43 mil millones de euros en 2024, una cifra que, desde la óptica de Washington, justificaría las medidas arancelarias.
La persistencia de Suiza en la mesa de negociación, a pesar del contundente arancel de Donald Trump, subraya la complejidad de las relaciones comerciales internacionales y la resiliencia de la diplomacia. ¿Logrará Berna reconfigurar una relación clave o este será el inicio de una nueva era de tensiones económicas con Washington?