
El golpe no vino de una crisis interna ni de una catástrofe natural. Vino desde el norte, en forma de tarifas. El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha encendido las alarmas: México será el país más afectado por la nueva oleada de aranceles impuestos por Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump.
México, el más afectado por la guerra comercial
Un recorte que prende focos rojos
El FMI proyecta una contracción de 0.3% en la economía mexicana para 2025. Esto representa una fuerte corrección respecto a su estimación previa de 1.4% de crecimiento. El golpe es aún más claro si se compara con la previsión de enero, que proyectaba un avance del 2%.
Este ajuste no es menor. Se trata del mayor recorte aplicado a cualquier economía en la revisión de las Perspectivas de la Economía Mundial. Y, como lo advierte el organismo, el impacto no es fortuito: se debe directamente a las medidas arancelarias de Estados Unidos y a la incertidumbre geopolítica que las rodea.
¿Qué aranceles afectan a México?
Aunque México no fue el blanco inicial del anuncio del 2 de abril, la realidad tarifaria es otra. Las medidas vigentes imponen:
- 25% a productos fuera del T-MEC
- 25% al acero y aluminio, lo que incluye latas de cerveza envasada en ese material
- 25% a autos y autopartes, salvo los componentes de origen estadounidense
Estas medidas elevan el costo de exportación mexicana y desalientan la inversión en sectores estratégicos.
Impacto económico directo y colateral
La industria automotriz, en jaque
México ha consolidado una posición global como productor de vehículos y autopartes. Con el nuevo esquema arancelario, el atractivo de fabricar en el país disminuye, lo que ya se refleja en el freno a inversiones y una menor producción proyectada.
Inestabilidad financiera y menor acceso a crédito
Otro factor de peso señalado por el FMI es la creciente dificultad para obtener financiamiento. En un entorno donde la desconfianza comercial domina, los mercados castigan a los países considerados vulnerables. México aparece así en una posición delicada, con acceso más caro y limitado a líneas de crédito internacionales.
El contexto regional y global
América Latina también resentirá el golpe
La desaceleración mexicana arrastra consigo a toda la región. Para América Latina y el Caribe, el FMI redujo su estimación de crecimiento a 2% en 2025 y 2.4% en 2026, citando expresamente el efecto México como causa central del recorte.
El mundo no se salva
La economía mundial también está en fase de revisión a la baja. El FMI ajustó su pronóstico global a 2.8% para 2025, medio punto porcentual menos de lo previsto a inicios del año. China y Estados Unidos también ven recortes, con una probabilidad de recesión del 40% para este último.
El efecto búmeran: EE.UU. también se perjudica
Disparándose en el pie
Pese a su rol como emisor de los aranceles, Estados Unidos no sale ileso. Su crecimiento proyectado para 2025 también fue recortado en casi un punto porcentual. De ese recorte, la mitad se atribuye exclusivamente al impacto arancelario.
Además, el FMI advierte que la tasa arancelaria efectiva estadounidense ha superado los niveles registrados durante la Gran Depresión, una comparación que no deja lugar a dudas sobre la gravedad del escenario.
Una nueva era para el comercio global
El proteccionismo como norma
El informe del FMI destaca que, aunque muchos aranceles están “en suspenso”, la suma de medidas y contramedidas ha llevado las tarifas globales a niveles no vistos en un siglo. El resultado es una economía global menos interconectada, más volátil y con un crecimiento del comercio proyectado de apenas 1.7% para este año.
¿Y ahora qué?
México enfrenta un entorno externo incierto y hostil, con consecuencias que van más allá de las cifras macroeconómicas. Se trata de empleos en riesgo, de industrias que podrían migrar o reducir operaciones, y de un panorama de inversión menos favorable.
El futuro comercial de México, en riesgo
El recorte en las proyecciones del FMI no es solo una cifra: es una advertencia. México está pagando un alto costo por su cercanía comercial con Estados Unidos, en un momento donde la política comercial de este último se aleja del libre mercado.
La relación México-EE.UU., marcada por décadas de integración económica, atraviesa una prueba crítica. Más allá del T-MEC, el país debe replantear su estrategia exterior y diversificar sus mercados si quiere evitar que decisiones ajenas sigan impactando de manera tan profunda su futuro económico.