
El campo sonorense en vilo: la amenaza que llegó sin aviso
“Nos cayó como un balde de agua fría”. Con esa frase, el representante de los productores de jitomate en Sonora, Manuel Cazares, resumió el impacto inmediato de una noticia que nadie esperaba: un arancel del 20.91% impuesto por Estados Unidos a una de las exportaciones agrícolas más importantes de México. La sacudida al sector es profunda, y las repercusiones apenas comienzan a asomarse.
¿Qué implica el nuevo arancel al jitomate mexicano?
Una decisión con efectos bilaterales
El anuncio del arancel por parte del gobierno estadounidense representa un retroceso en los acuerdos comerciales que habían ofrecido estabilidad a los exportadores mexicanos desde 2019.
A pesar de que el sector ha cumplido con los lineamientos establecidos en el acuerdo de suspensión firmado ese año, las autoridades norteamericanas decidieron reactivar una política proteccionista que ya había mostrado sus dientes durante la era Trump.
Para Sonora, esta medida no solo implica un obstáculo logístico y financiero: es una amenaza directa a la continuidad de su industria hortícola. Más del 85% de la producción de jitomate en el estado tiene como destino el mercado estadounidense. Si esa puerta se cierra o se encarece, miles de familias quedarían al borde del colapso económico.
Costo inmediato e inasumible
Uno de los aspectos más críticos del nuevo arancel es que el cobro debe realizarse en efectivo al cruzar la frontera. Esta disposición convierte la operación comercial en un acto financieramente inviable para la mayoría de los productores, quienes ya enfrentan precios de venta bajos, falta de liquidez y una temporada agrícola marcada por la sequía y la reducción de superficie sembrada.
“Simplemente no hay margen para eso”, explicó Cazares. “Si el productor no puede exportar, se retira”.
Impacto económico en cadena: del productor al consumidor
Las pérdidas no serán solo del lado mexicano
Rafael Orduño Valdez, presidente de la Asociación de Horticultores del Bajo Río Mayo, alertó que la medida afectará también al consumidor estadounidense. Y no es exageración: cerca del 90% del jitomate importado por EU proviene de México.
El encarecimiento del producto, la posible escasez en supermercados y la afectación a los flujos logísticos internacionales podrían detonar una cadena de problemas para los dos países. Al ser un producto básico en ambas culturas gastronómicas, cualquier disrupción tiene efectos directos en precios, disponibilidad y calidad del abasto.
Jornaleros y economía local: las víctimas invisibles
Si bien el impacto mediático se concentra en exportaciones y comercio internacional, el verdadero golpe se sentirá en el surco.
Decenas de miles de jornaleros, empacadoras, transportistas y microempresarios ligados a la cadena productiva del jitomate en Sonora podrían ver reducidos sus ingresos o, en el peor de los casos, perder sus empleos.
La agricultura no es solo producción: es comunidad. Y cuando una decisión política rompe ese equilibrio, las consecuencias sociales son inmediatas.
¿Cómo se llegó hasta aquí?
Un conflicto comercial en pausa… que vuelve a activarse
El acuerdo firmado en 2019 entre México y Estados Unidos permitió suspender una investigación por dumping a cambio de que los productores mexicanos cumplieran con reglas específicas sobre precios y prácticas comerciales.
Ese pacto dio una relativa tranquilidad durante varios años, pero la reactivación del arancel sugiere que la administración actual en Washington busca renegociar, endurecer o incluso terminar con ese entendimiento.
La falta de lluvias, los altos costos de producción y la incertidumbre climática ya habían reducido la superficie sembrada este año en Sonora. Con esta medida, el escenario se agrava justo al cierre de temporada, cuando los productores intentaban capitalizar sus buenos rendimientos.
Entre lo legal y lo político: la estrategia en construcción
Los productores no se quedarán de brazos cruzados. Cazares confirmó que ya hay reuniones con abogados tanto en México como en Washington, además de contactos con autoridades estatales y federales para diseñar una estrategia legal y política que permita revertir o al menos frenar la aplicación del arancel.
El mensaje de fondo es claro: el campo mexicano no puede seguir siendo rehén de los vaivenes políticos de Estados Unidos.
México, potencia mundial en jitomate: lo que está en juego
Liderazgo en exportaciones
México es hoy el principal exportador mundial de jitomate, con más de 20 estados involucrados en su producción. El Caribe Mexicano, Sinaloa, Michoacán, Jalisco y, por supuesto, Sonora, forman parte de este engranaje agroexportador que posiciona al país como un actor clave en el comercio de hortalizas frescas.
El arancel, ¿una señal para otros productos?
El temor en el sector agrícola es que esta medida marque el inicio de una política más agresiva por parte de Estados Unidos hacia otras exportaciones mexicanas. Si el jitomate cae, ¿qué sigue? Pepino, chile, aguacate, mango… La lista es larga y las consecuencias podrían ser sistémicas.
¿Puede resistir el campo mexicano?
El nuevo arancel al jitomate es más que una barrera comercial. Es una alerta sobre la fragilidad de un modelo económico que depende en exceso de un solo mercado. Para Sonora, la medida llega en un mal momento, pero podría convertirse en una oportunidad para replantear su modelo agrícola, diversificar mercados y exigir mayor respaldo institucional.
Mientras tanto, la incertidumbre reina en los campos. Las decisiones que se tomen en las próximas semanas marcarán el rumbo no solo de una temporada, sino del futuro del jitomate mexicano.