Apoyos federales emergen en Nezahualcóyotl mientras persiste la contingencia por inundaciones

Nezahualcóyotl recibe apoyos federales tras inundaciones, pero damnificados luchan con daños y miedo a nuevas lluvias. Analizamos la respuesta del gobierno y los desafíos persistentes.
Apoyos federales emergen en Nezahualcóyotl mientras persiste la contingencia por inundaciones

Nezahualcóyotl, estado de México.— A cuatro días de la intensa tromba que azotó Nezahualcóyotl, la maquinaria gubernamental ha puesto en marcha la entrega expedita de apoyos. No obstante, en un escenario que combina la acción oficial con la cruda realidad de los damnificados, miles de familias aún lidian con las secuelas de las inundaciones, enfrentando un panorama donde el lodo y la incertidumbre persisten.

La respuesta inmediata y la entrega de recursos

La madrugada de este miércoles 1 de octubre, las autoridades concluyeron el desalojo de las aguas negras de las calles en la zona más crítica de Nezahualcóyotl. Tras la caída de la tromba el pasado sábado 27 de septiembre, que impactó a más de ocho mil familias en colonias como Evolución, Metropolitana tercera sección, Vicente Villada y Ampliación Vicente Villada, las labores de limpieza y desinfección ya están en marcha.

En un movimiento calificado como inédito, el gobierno federal implementó la entrega de los primeros tres mil apoyos económicos. Cada beneficiario recibió este miércoles una tarjeta con ocho mil pesos, destinados a solventar las labores de limpieza y desinfección de sus viviendas afectadas. Ariadna Montiel Reyes, titular de la Secretaría del Bienestar, lideró el proceso y destacó la celeridad de la operación. «Es la primera vez que se realiza el censo y de inmediato se entrega el recurso», afirmó Montiel Reyes, añadiendo que la presidenta Claudia Sheinbaum urgió a una acción inmediata para que «la gente no espere». La entrega se llevó a cabo en la sede del estadio de fútbol profesional Neza 86.

La lucha de los damnificados en sus hogares

Pese a la respuesta institucional, la realidad en el interior de muchas viviendas es aún compleja. Humberto Braulio Rodríguez, vecino de la calle Santa Anita en la colonia Evolución, ejemplifica la situación. En su propiedad, tres cuartos ubicados al fondo todavía presentan unos diez centímetros de agua, y su cisterna ha quedado contaminada. «Ayer lunes bajó el nivel a 20 centímetros en los cuartos de enfrente; pero en los del fondo, aún está acumulado», relató.

La familia de Rodríguez perdió prácticamente todo en la planta baja: sala, estufa, muebles, lavadora. El refrigerador, recién comprado, fue colocado sobre tabiques con la esperanza de que su motor pueda secarse y seguir funcionando. Brigadas de apoyo acudieron este miércoles para extraer el líquido de su cisterna con una bomba sumergible, pero Humberto debe esperar una nueva brigada para el desalojo del agua en el interior de sus cuartos.

Infraestructura vulnerable y temor a nuevas precipitaciones

La preocupación de los vecinos se extiende más allá de la limpieza actual. «Nunca nos habíamos inundado como ahora», expresó el abogado Humberto Braulio Rodríguez, quien subraya que, aunque las calles han sido desalojadas, la infraestructura de drenaje sigue comprometida. La red de alcantarillado y los registros dentro de su casa «continúan a tope». Su temor es palpable: «Si llueve, nos vamos a volver a inundar y se siente gacho”.

En las zonas más afectadas, como la avenida Pantitlán entre Sor Juana Inés de la Cruz y Vicente Villada, el paso vehicular sigue cerrado. Un recorrido por las 19 manzanas de este tramo revela la ausencia de agua en las calles, aunque persisten el lodo y la basura. Situación similar se observa en otras diez manzanas entre calle Palacio Nacional y Sor Juana, así como en once manzanas entre Vicente Villada y calle Bondojito, donde las aguas negras han cedido su lugar a las huellas de la inundación. La población continúa retirando pertenencias dañadas, mientras el servicio de recolección de basura ha sido reactivado para el acopio de muebles inservibles en camiones de volteo.

La rapidez en la entrega de apoyos federales en Nezahualcóyotl marca un precedente en la gestión de desastres. Sin embargo, la persistencia de daños en viviendas y la vulnerabilidad de la infraestructura de drenaje plantean una pregunta crucial: ¿es suficiente la ayuda emergente si no se abordan las causas estructurales que perpetúan estas contingencias en el largo plazo? La eficacia de una respuesta integral se medirá, en última instancia, en la capacidad de asegurar que los ciudadanos no vuelvan a enfrentar la misma desolación ante la próxima temporada de lluvias.

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