Un apagón masivo sumió a la península de Yucatán en la oscuridad el viernes, afectando a cientos de miles. Mientras la CFE restablecía el servicio paulatinamente, el incidente revive el debate sobre la estabilidad del sistema eléctrico nacional, semanas después de admisiones clave sobre la reforma de 2013.
La magnitud de la interrupción: península de Yucatán sin luz
A partir de las 14:30 horas (horario del centro de México) de este viernes 26 de septiembre de 2025, un apagón generalizado se registró en la Península de Yucatán. La interrupción del suministro eléctrico afectó a habitantes de diversos municipios de Campeche, Yucatán y Quintana Roo, impactando casas, comercios, aeropuertos y zonas turísticas.
En un reporte inicial, la presidenta Claudia Sheinbaum informó en la red social X que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ya restableció el servicio en la mayor parte de Mérida y Valladolid, Yucatán. El suministro también se normalizó en Chetumal, Bacalar, Álvaro Obregón y Holbox, Quintana Roo, así como en la mayoría del estado de Campeche. La gobernadora de Campeche, Layda Sansores, confirmó en sus redes sociales que el apagón afectó a los tres estados de la península.
Las afectaciones fueron significativas. En Campeche, más de 300 mil usuarios de la CFE resultaron directamente impactados. Además de la falta de energía eléctrica, se reportó la caída de los servicios de internet y telefonía celular en la entidad. De manera general, algunos usuarios también reportaron afectaciones en su servicio de telefonía.
Empresas de diversos giros, incluidas gasolineras, tiendas comerciales, bancos y prestadores de servicio, así como oficinas de gobierno, suspendieron labores, generando diversos perjuicios económicos y operativos. En Cancún, Quintana Roo, el aeropuerto pudo operar con su planta de energía eléctrica, una medida replicada por grandes restaurantes y hoteles para mitigar el impacto.
La población sufrió las consecuencias de las altas temperaturas, al no funcionar el aire acondicionado ni los ventiladores, lo que llevó a muchas personas a optar por salir a las calles en busca de alivio.
La versión oficial: una falla en la transmisión
La presidenta Claudia Sheinbaum informó a través de la red social X que el apagón en Yucatán, Campeche y Quintana Roo fue causado por la falla en una línea de transmisión de electricidad en el sureste. Aseguró que se trabaja activamente para recuperar el servicio en los tres estados afectados.
Por su parte, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) confirmó la identificación de una falla en el suministro eléctrico en la zona mencionada, reconociendo que varias áreas de la península de Yucatán no contaban con energía. La empresa estatal, en un mensaje en X, indicó que su personal especializado, en coordinación con el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), ya trabaja para restablecer el servicio en el menor tiempo posible.
Un sistema eléctrico bajo escrutinio: el contexto de la reforma de 2013
Este mega apagón ocurre tan solo unos días después de que el director general del Cenace admitiera ante empresarios que aún existen problemas en el sistema eléctrico nacional. Estas deficiencias, según lo señalado, derivan directamente de la reforma eléctrica de 2013. La recurrencia de este tipo de eventos en puntos estratégicos del país reaviva el debate sobre la infraestructura energética y la resiliencia del sistema frente a las crecientes demandas y vulnerabilidades.
La pronta respuesta de la CFE para restablecer el servicio es notable, pero la raíz del problema exige una mirada más profunda. ¿Está el sistema eléctrico nacional, con sus deficiencias reconocidas, verdaderamente preparado para garantizar un suministro ininterrumpido a la población y a la actividad económica? La península de Yucatán ofrece un recordatorio contundente de las cuestiones estructurales pendientes.