
• Con el apoyo colectivo de familias Chetumaleñas, don Luis Reinhardt Mcliberty construyó con sus manos no solo una maqueta, sino la identidad cultural de su ciudad natal.
Por: Jorge A. Martínez Lugo.
Fundada el 24 de mayo de 1991, el Museo Maqueta de Payo Obispo, una obra de arte en sí misma, fue construida a mano con mucha paciencia por don Luis Reinhardt Mcliberty, con el apoyo material y financiero de las familias de la comunidad, por lo que representa la construcción a escala de la identidad de Payo Obispo hoy Chetumal.
Enclavada en los terrenos aledaños al edificio del Congreso del Estado, junto a la Bahía de Chetumal, su inauguración fue realizada por el presidente Carlos Salinas de Gortari y el gobernador Miguel Borge Martín, quien le dio impulso personal, moral e institucional, alentando al propio autor a que culminara su obra.
A principio del siglo XX la familia Reinhardt Macliberty cruzó desde Belice el Río Hondo, como muchas otras familias, para asentarse en la recién creada ciudad de Payo Obispo; aquí nació don Luis Reinhardt Mcliberty, hijo de Abraham Reinhardt Poot y Dina Enrrieta Mcliberty Henderson, por lo que Don Luis fue un auténtico chetumaleño de familia migrante, que hizo de la actual Chetumal su hogar y su patria chica, a la que rindió homenaje eterno a través de su singular obra que es una de las joyas históricas de la capital de Quintana Roo: el Museo Maqueta de Payo Obispo.
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Después de vivir en Panamá y trabajando en barcos mercantes viajó por diversas partes del mundo, hasta que su madre enfermó y regresó a su terruño a principio de la década de los sesentas, fue cuando comenzó su proyecto de reproducir la antigua Payo Obispo en una maqueta, con sus casas de madera y sus curvatos, replicando las primeras calles y casas, los vendedores de agua lluvia por sus calles; todo lo que él conocía muy bien porque las recorría vendiendo el pan que se elaboraba en casa, recuerda su sobrina Alma Rosa Freyre Reinhardt.

La también presidenta del Consejo Ciudadano de la Maqueta de Payo Obispo, recuerda cómo las familias se entusiasmaron con el proyecto y conforme se iba desarrollando fueron aportando recursos económicos y en especie, como pintura, pegamentos, herramientas y demás insumos que se requerían; incluso llegaban a sugerirle a Don Luis algunos detalles que se podrían escapar de sus propias casas, por lo que el proyecto fue apropiado convirtiéndose en una comunidad que construía literalmente su propia identidad.
Don Luis Reinhardt también construyó el jardín que rodea el Museo Maqueta de Payo Obispo y desde su inauguración quedó como responsable del inmueble, al que él mismo daba mantenimiento tanto a la jardinería como a la misma maqueta, hasta su muerte el 27 de marzo de 2004.
A 34 años de haberse inaugurado esta singular obra, desde este espacio le rendimos un reconocimiento a esta gran aportación a la historia e identidad chetumaleña y quintanarroense, haciendo votos porque perdure, a lo cual puede contribuir los recursos económicos que al parecer ya se autorizaron por parte del Gobierno del Estado a través del Instituto para la Cultura y las Artes de Quintana Roo (ICA), lo cual representaría el mejor homenaje a Don Luis Reinhardt y a la Maqueta de Payo Obispo. Usted tiene la última palabra.