Francisco Javier Robles / NOTICARIBE PENINSULAR
CANCÚN.- Habitantes de la Región 99 y supermanzanas circunvecinas insisten en que el Centro de Inserción Social (Cereso) de Benito Juárez representa alto riesgo para sus familias.
Consideran que no se han hecho los esfuerzos necesarios por parte de los tres órdenes de gobierno, pues en el paquete de obras emblemáticas para Quintana Roo, pudo haberse considerado el anhelado penal que desde hace algunos sexenios han planteado crear afuera de la comunidad Leona Vicario.
“Han enfocado todos los recursos económicos a programas sociales, a parques, a domos y otras obras no tan necesarias. Ese penal pudo entrar en las obras emblemáticas del presidente López Obrador”, señaló doña Judith, vecina del panteón Los Olivos.
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Reconocen que se ha despresurizado haciendo traslados de reos (PPL) hacia el municipio Othón P. Blanco y penales de otros estados, pero aseguraron que no es suficiente por la permanencia de narcotraficantes y criminales peligrosos, como el recién ingresado Oscar Melchor, alias “El 18”, procedente de Saltillo, Coahuila.
Por otro lado, familiares de reclusos que hacen sus visitas los domingos también se sienten en riesgo, ante el endeble sistema de seguridad instalado en la parte de afuera del penal, compuesto casi siempre por una solitaria patrulla y unos cuentos elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana.
Hay mencionar que los accesos por las avenidas Nichupté y José López Portillo permanecen cerrados a la circulación, quedando sólo el acceso frontal hacia estos muros blancos.
