La tensión en la disputada frontera entre Tailandia y Camboya ha encontrado un punto de inflexión. Tras cinco días de mortales enfrentamientos, se ha alcanzado un alto el fuego incondicional entre ambas naciones. Este avance, crucial para la estabilidad regional, pone fin a la violencia que dejó decenas de muertos y miles de desplazados.
Un acuerdo incondicional que detiene la escalada
Tailandia y Camboya han acordado un alto el fuego «inmediato e incondicional», con efecto a partir de la medianoche del lunes 28 de julio de 2025. El primer ministro de Malasia, Anwar Ibrahim, quien presidió las conversaciones como jefe del bloque regional de la ASEAN, fue el encargado de anunciar este logro trascendental en Putrajaya, Malasia.
El acuerdo representa un avance significativo para resolver los cinco días de mortales enfrentamientos fronterizos que han dejado al menos 35 muertos y han desplazado a más de 260.000 personas en ambos lados de la frontera. «Este es un primer paso vital hacia la desescalada y la restauración de la paz y la seguridad», afirmó Anwar, destacando que ambas partes han llegado a un entendimiento común tras lo que describió como conversaciones francas.
Los artífices del consenso
El primer ministro interino de Tailandia, Phumtham Wechayachai, y el primer ministro de Camboya, Hun Manet, elogiaron el resultado de la reunión. Ambos líderes se dieron la mano junto con Anwar al concluir la breve conferencia de prensa en Malasia.
Hun Manet expresó su esperanza de que las relaciones bilaterales vuelvan a la normalidad pronto, a fin de que los cerca de 300.000 aldeanos evacuados en ambos lados puedan regresar a casa. Subrayó que es «hora de comenzar a reconstruir la confianza, la seguridad y la cooperación hacia adelante entre Tailandia y Camboya». Por su parte, Phumtham manifestó que el resultado reflejaba «el deseo de Tailandia de una resolución pacífica».
Raíces del conflicto y las cifras de la crisis
Los enfrentamientos comenzaron el jueves, 24 de julio de 2025, luego de que una explosión de mina terrestre a lo largo de la frontera hiriera a cinco soldados tailandeses. Ambas partes se culparon mutuamente por iniciar la escalada.
La frontera de 800 kilómetros (500 millas) entre Tailandia y Camboya ha sido disputada durante décadas, aunque los enfrentamientos pasados habían sido limitados y breves. Las tensiones más recientes estallaron en mayo, cuando un soldado camboyano fue asesinado en una confrontación que creó una ruptura diplomática y sacudió la política interna de Tailandia. La violencia actual representa un inusual episodio de confrontación militar abierta entre Estados miembros de la ASEAN, un bloque regional que se enorgullece de la no agresión, el diálogo pacífico y la cooperación económica.
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La hoja de ruta hacia una paz sostenida
Como parte del acuerdo de alto el fuego, se han establecido los siguientes pasos críticos:
- Conversaciones militares: Los comandantes militares de ambos lados comenzarán a sostener conversaciones el martes, 29 de julio de 2025, para reducir las tensiones.
- Reunión de la comisión fronteriza: Camboya organizará una reunión de la comisión fronteriza el 4 de agosto de 2025.
- Mecanismo de monitoreo: Los ministros de Relaciones Exteriores y Defensa de Malasia, Camboya y Tailandia han recibido instrucciones para «desarrollar un mecanismo detallado» que implemente y monitoree el alto el fuego, buscando asegurar una paz sostenida.
La influencia externa: Washington y Pekín en la mesa
La reunión en Malasia se dio ante la presión directa del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien había advertido que Washington podría no proceder con acuerdos comerciales con ninguno de los países si continuaban las hostilidades. La declaración conjunta indicó que Estados Unidos es coorganizador de las conversaciones, con participación de China. Los embajadores chino y estadounidense en Malasia asistieron a la reunión, que duró más de dos horas.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, publicó noticias del alto el fuego en X, atribuyendo el avance directamente al mandatario estadounidense con la frase: «El presidente Trump hizo que esto sucediera. ¡Denle el Premio Nobel de la Paz!».
Como consecuencia de los choques, ambos países retiraron a sus embajadores y Tailandia cerró todos los cruces fronterizos con Camboya, con la única excepción para los trabajadores migrantes camboyanos que regresaban a casa.
La voz de los desplazados: alivio y cautela
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La noticia del alto el fuego trajo alivio y esperanza a los evacuados de ambos lados de la frontera. Algunas mujeres en un abarrotado refugio de evacuación en Surin, Tailandia, gritaron de alegría.
Usa Dasri, una vendedora y agricultora, compartió su sentir: «Estoy feliz por eso, y me siento un poco aliviada. Extrañamos nuestro hogar. Hay muchas pequeñas cosas que me preocupan, el ganado y los campos de arroz. No sé qué podría haberles pasado. Quiero ir a casa, así que estoy feliz. También pienso en nuestros soldados en el frente. Quiero que estén seguros y tengan un buen descanso como nosotros». Dasri atribuyó el avance a la diplomacia externa, añadiendo: «Sin ellos, nuestros dos países habrían tenido dificultades para negociar; ambos lados tienen bastante dificultad para hablar y entenderse».
Los evacuados camboyanos compartieron el mismo sentir. Chhuot Nhav, de 42 años, quien huyó de su hogar en la provincia de Oddar Meanchey, un frente de batalla, se dijo feliz pero también cautelosa. «Estoy feliz porque puedo ir a casa y cuidar de mi cerdo, mi perro, mis gallinas y mis hijos ahora pueden volver a la escuela», declaró Nhav desde un refugio improvisado. No obstante, dijo que «esperará hasta que los enfrentamientos realmente se detengan» antes de regresar. Otro agricultor, Kong Sin, sin embargo, manifestó su intención de regresar a casa el martes si el alto el fuego se lleva a cabo como se acordó.
Mientras el sudeste asiático respira aliviado, la verdadera prueba de este acuerdo de alto el fuego incondicional radica en su implementación y en la voluntad política de ambas naciones. ¿Será este el inicio de una paz duradera o solo una pausa temporal en una frontera históricamente conflictiva?