A dos años de la sucesión, se pueden establecer ya un par de condiciones:
1.- Morena (con o sin aliados) no tienen rival enfrente. La oposición, es decir Movimiento Ciudadano y el PAN o PRIAN siguen sin pintar ni dar color.
2.- No hay certeza en la continuidad de la alianza Morena-PVEM. No significa que ya esté disuelta, pero, como diría el clásico, puede que sí, puede que no.
Por eso, no es casual, que ya haya saltado al campo Mauricio Góngora, que estaría buscando la revancha.
Hasta ahora, el «amarre», en la condición de que siga la alianza entre granates y verdes, es la nominación de Eugenio «Gino» Segura. El Senador surgió de las fuerzas básicas del PVEM en la XVI Legislatura pero ahora viste el jersey morenista.
Si se disuelve la alianza no se ve viable que Gino vaya con melón o sandía. O va en cóctel de frutas pero no en una sola opción.
Mauricio Góngora es del Verde y no es algo que ocurrió hace poco. De hecho, desde su «parcelita» en Playa del Carmen. Pero, además uno de sus compromisos, cuando fue candidato del PRI-PVEM-PANAL, en las elecciones de 2016, era que una vez que ganase la gubernatura, se afiliaría al partido de Jorge Emilio González Martínez «El Niño Verde».
El desenlace fue que ganó el expriista Carlos Joaquín, cobijado por las siglas del PAN y PRD.
Y en medio de la fiesta de los informes, el mensaje que acaparó la atención fue el regreso de Mauricio Góngora, que viene con todo.
Ahora, lo que queda es si la alianza Morena-PVEM sigue…