Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa.
Que Morena y aliados tengan una mayoría apabullante en Quintana Roo, y que la oposición apenas esté orbitando, no significa que no sea necesario hacer política.
Hace un par de semanas se presentó el plan de transporte urbano para Cancún y su zona metropolitana, denominado MOBI, y todo estaba listo para arrancar este 1 de diciembre. El sistema, a cargo de IMOVEQROO, iniciaría operaciones con un aumento de tarifas previamente aprobado por el Ayuntamiento.
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El creador del sistema, Rafael Hernández Kotasek, en una amplia entrevista con Caribe Peninsular, señaló —a pregunta expresa— que MOBI es un tema técnico más que político. Y también reveló que habría nuevas tarifas, pero con camiones viejos operando mientras las empresas concesionarias compraban las nuevas unidades.
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Pero este jueves, en su programa de redes, la gobernadora Mara Lezama anunció que se suspendía la nueva tarifa.
Antes de nacer, MOBI ya estaba presentando complicaciones.
La comunidad no estaba digiriendo el aumento de tres pesos y, además, los regidores del ayuntamiento de Benito Juárez (Cancún) —que ni siquiera fueron invitados a la presentación del sistema— rechazaron llevar a cabo la autorización del incremento.
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Mucho de técnica… y poca política.
1) El proyecto fue presentado entre cuates, en un evento más bien cerrado.
2) Aunque hubo consulta para ajustar el servicio, no se promovió suficientemente ante la comunidad.
3) No se tomó en cuenta a los ayuntamientos, a pesar de que el plan contempla transferir facultades de transporte de los municipios al estado.
4) Mucho menos se buscó consenso con la oposición, por mínima que sea su representación.
5) El sistema empieza a materializarse cuando el calendario electoral está plenamente activado, con precampañas y precandidatos por todos lados.
Los tiempos se han apretado y el el proyecto —como diría el clásico— necesita: “política, política y más política…”
