
En pleno auge de la digitalización de la protección civil, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, propone una revolución tecnológica en la prevención de desastres: activar la alerta sísmica en los celulares a nivel nacional. Una medida ambiciosa que busca cerrar la brecha de prevención entre el centro y el resto del país.
El sismo que no todos escuchan: desigualdad tecnológica
Ciudad de México vs. el resto del país
Actualmente, la alerta sísmica solo funciona plenamente en la Zona Metropolitana del Valle de México, especialmente en la capital. Esto se debe a la existencia de sensores e infraestructura de detección que permiten anticipar un movimiento telúrico con segundos de antelación. En contraste, otras regiones sísmicamente activas como Oaxaca, Guerrero o Chiapas siguen sin cobertura total.
La propuesta: una red nacional con alcance celular
Durante una reciente declaración, Sheinbaum explicó que para lograr una cobertura efectiva en todo el país es necesario contar con “instrumentación en aquellos lugares donde hay epicentros”. Es decir, instalar sensores locales que permitan activar alertas en dispositivos móviles sin depender únicamente de los sistemas de altavoces.
Del sismo al huracán: una alerta multifunción
Huracanes bajo vigilancia digital
La presidenta también indicó que este sistema podría adaptarse para alertar sobre huracanes. “Una vez que está el huracán, se puede saber de acuerdo a su orientación a qué costa se puede alertar”, señaló. Esto representaría un cambio radical en la manera en que el gobierno responde ante emergencias cíclicas en el Caribe mexicano y el Golfo.
Caribe mexicano: una zona críticamente vulnerable
Estados como Quintana Roo, Yucatán, Campeche y Veracruz podrían beneficiarse de este sistema. Cada temporada de huracanes representa una amenaza constante, y una alerta oportuna en el celular podría ser la diferencia entre la vida y la muerte, especialmente en zonas turísticas o rurales.
Simulacro 2025: el ensayo de una nueva era
El pasado 29 de abril, miles de ciudadanos recibieron un mensaje de prueba en sus celulares como parte del primer simulacro nacional de 2025. El mensaje, acompañado por un sonido de alerta, simuló un escenario real de evacuación. El objetivo: preparar a la población para una eventual implementación del sistema.
Lecciones del simulacro
- Confirmó que la tecnología puede llegar a millones en segundos
- Puso a prueba la capacidad de respuesta de la ciudadanía
- Abrió el debate sobre la falta de cobertura en zonas marginadas
Retos técnicos y políticos para una alerta nacional
Infraestructura desigual
El reto más inmediato para implementar esta alerta a nivel nacional es la infraestructura. Muchos estados no cuentan con sensores sísmicos, ni estaciones meteorológicas modernas para detectar con precisión la amenaza inminente.
Coordinación entre niveles de gobierno
Se requerirá una colaboración estrecha entre federación, estados y municipios. Sin esta sinergia, el sistema podría fragmentarse, replicando las desigualdades actuales.
Legislación y presupuesto
Para que este sistema funcione, se necesita una reforma legal que defina responsabilidades y asegure presupuesto continuo. No basta con el anuncio: se requiere institucionalizar la prevención.
Experiencias internacionales: ¿qué podemos aprender?
Japón: referencia obligada
En Japón, la alerta sísmica por celular es obligatoria en todos los dispositivos. El sistema está automatizado y vinculado con sensores distribuidos en todo el país. Gracias a ello, millones reciben alertas en tiempo real y pueden evacuar o prepararse.
Estados Unidos: tecnología geolocalizada
El sistema estadounidense ShakeAlert ya está disponible en California, Oregon y Washington. Usa geolocalización para enviar alertas específicas según la ubicación del usuario.
Chile: avances desde la resiliencia
Chile ha invertido fuertemente en prevención tras terremotos devastadores. Su sistema combina alertas en televisión, radio y celulares, con simulacros regulares y educación ciudadana.
El factor humano: conciencia, cultura y tecnología
Un sistema de alerta, por sofisticado que sea, solo es efectivo si la población responde adecuadamente. Es crucial acompañar la implementación con campañas educativas, simulacros frecuentes y capacitación en comunidades vulnerables.
Un antes y un después en la protección civil
La propuesta de Sheinbaum representa una oportunidad histórica para democratizar la protección civil. Si se ejecuta con rigor, podría marcar un antes y un después en la prevención de desastres en México. Pero también plantea retos técnicos, logísticos y políticos que no pueden subestimarse.
Lograr que cada celular en México se convierta en un sistema de alerta temprana es posible. Pero implica voluntad política, inversión sostenida y, sobre todo, una nueva cultura de prevención que incluya a todos, sin importar el código postal.