Un grito desesperado resonó el 3 de septiembre de 2025 en Jiutepec, Morelos. Alrededor de 20 ahorradores de Came, la financiera popular que los dejó sin acceso a sus recursos desde marzo, viajaron para demandar ayuda. Su presencia en la 10 Convención Anual de la AMS subraya la urgente crisis en financieras populares que afecta a miles de ciudadanos.
Un clamor en jiutepec: Ahorradores de Came buscan respuestas
Alrededor de las 11:30 horas, un grupo de ahorradores afectados por Came arribó a las afueras del Hotel Sumiya, sede de la 10 Convención Anual de la Asociación Mexicana de Sociedades Financieras Populares (AMS). Con pancartas y mantas, el grupo exigía a las autoridades y a los representantes del sector privado no permitir más fraudes en las Sofipos y el regreso de sus recursos.
Lizbeth Morales Rohde y Edna Ávila, voceras del grupo, relataron que a las 14:00 horas, una comitiva de la AMS salió del hotel para recibirlos. Sin embargo, las respuestas ofrecidas no fueron las más alentadoras.
La fría recepción de la Asociación Mexicana de Sofipos
Las voceras citaron la explicación recibida: “Salieron y les preguntamos ¿en qué nos pueden ayudar? Y nos dijeron que solamente podían escucharnos, nos explicaron que las Sofipos pagan una especie de membresía para que la Asociación los promueva”.
“Nos explicaron eso y les dijimos que lo que no queremos es que se sigan promoviendo Sofipos que acaban mal, fueron 20 minutos. No hay más, seguimos en las mismas”, señalaron Morales Rohde y Ávila, describiendo la conversación. Esta versión, que subraya la limitada capacidad de acción de la Asociación, fue confirmada por una fuente de la AMS a este medio.
El colapso de Came: Un caso que revela vacíos en la regulación
El caso de Came, una financiera popular, es emblemático de la fragilidad y los riesgos en el sector. La entidad dejó de reportar información a las autoridades financieras en enero de este año. Para finales de marzo, la situación escaló drásticamente: Came bloqueó todas las cuentas de sus ahorradores, cerró sus oficinas y sucursales, y prácticamente desapareció del radar.
No fue sino hasta el viernes 13 de junio que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) tomó la decisión de intervenir a Came “con el propósito de suspender sus operaciones y así salvaguardar los intereses de los ahorradores”. La intervención, sin embargo, llegó meses después del inicio del bloqueo de recursos, dejando a miles en una prolongada incertidumbre.
Las dimensiones de un fraude millonario
Según información proporcionada por la CNBV, al cierre de 2024, Came contaba con más de un millón 300 mil ahorradores. La financiera manejaba fondos del público que ascendían a mil 600 millones de pesos. Estas cifras contundentes subrayan la magnitud del impacto del colapso de Came y la urgencia de una respuesta efectiva por parte de las autoridades y el sector.
Otros desafíos en el sector financiero
Mientras la crisis de Came capta la atención pública, el sector financiero en México enfrenta otros desafíos significativos. La Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (Amis) ha alertado sobre la proliferación de pólizas de seguros de autos falsas, reconociendo la existencia de aseguradoras fraudulentas. La Amis recomienda a los usuarios validar la autorización de la entidad financiera y la autenticidad de la cobertura para evitar ser víctimas de estos engaños.
Paralelamente, los Censos Económicos, elaborados por el Inegi, han puesto de manifiesto la imperante necesidad de formalización de la economía en México. Existe un número muy amplio de microempresas que operan en la informalidad, lo que limita de forma considerable el crecimiento del crédito a micro y pequeñas empresas (MyPimes) y dificulta el desarrollo económico general del país.
La situación de los ahorradores de Came, desatendidos en la puerta de una convención sectorial, plantea interrogantes profundos. ¿Hasta qué punto es eludible la responsabilidad de las asociaciones que promueven a estas entidades financieras? Y más aún, ¿cuál es el costo real, en confianza y patrimonio, de la tardía acción regulatoria en un país donde la vulnerabilidad financiera es una realidad para millones?