La promesa de fortalecer el bolsillo de los trabajadores ha reavivado el debate legislativo en México. Una diputada de Morena impulsa la más reciente iniciativa para la reforma ISR prestaciones laborales, buscando exentar bonos de puntualidad y prima de antigüedad. Este movimiento se suma a una agenda creciente que busca aliviar la carga fiscal directa que, según los promotores, alcanza hasta el 30% de las remuneraciones.
La iniciativa clave de la diputada Jiménez Vásquez
El 12 de noviembre de 2025, y difundida ampliamente un día después, la diputada Naty Poob Pijy Jiménez Vásquez, militante de Morena, presentó en la Cámara de Diputados una propuesta que busca modificar el artículo 93 de la Ley del Impuesto Sobre la Renta (ISR). La intención central es eliminar el impuesto a ciertos beneficios monetarios para mejorar el poder adquisitivo real de los trabajadores.
La propuesta, que solo ha sido publicada en la Gaceta Parlamentaria y deberá ser discutida en comisiones antes de pasar al Pleno, plantea específicamente eliminar la retención del ISR en las siguientes percepciones monetarias:
Prestaciones que buscan quedar libres de impuestos
- Bonos de puntualidad y asistencia.
- Prima de antigüedad.
- Incentivos monetarios por el Día del Trabajo (1 de mayo), como la paga doble o remuneraciones especiales.
De acuerdo con el proyecto, la única regla para exentar el pago del ISR sobre estas prestaciones es que su otorgamiento se encuentre previsto de manera general en la legislación, en contratos colectivos de trabajo o en contratos-ley, y que sus montos no excedan los límites ya establecidos.
La justificación económica y social del cambio
La legisladora argumentó que la exención de diversos conceptos salariales constituye un mecanismo fundamental desde una perspectiva de política económica y justicia social. Su objetivo es que los trabajadores cuenten con una mayor «capacidad económica» para destinarla al consumo familiar, el ahorro o la inversión.
La diputada Naty Poob Pijy Jiménez Vásquez subrayó el impacto directo que tiene la retención fiscal en el ingreso disponible de los asalariados:
> «Desde una perspectiva de política económica y justicia social, la exención de diversos conceptos salariales constituye un mecanismo fundamental para fortalecer el poder adquisitivo real de las y los trabajadores. En un contexto de presiones inflacionarias y el constante incremento en el costo de la canasta básica, el salario neto se ve frecuentemente erosionado, limitando su capacidad para cubrir necesidades esenciales.»
La diputada reconoció que la retención de ISR de los asalariados puede alcanzar hasta el 30% de su remuneración, constituyendo este rubro una «erogación ineludible que el trabajador debe considerar en su planeación financiera personal.»
La propuesta de Morena se sostiene en un triple beneficio clave:
- Para los trabajadores: Significa un aumento directo en su ingreso disponible para enfrentar mejor las presiones inflacionarias y mejorar su calidad de vida.
- Para la economía nacional: Se convierte en un estímulo al consumo popular que dinamizará el mercado interno.
- Para el sistema fiscal: Representa un paso hacia una mayor equidad tributaria, donde los contribuyentes perciben una correspondencia clara entre sus obligaciones y los beneficios recibidos.
El contexto político: otras iniciativas y el camino legislativo
La intención por eliminar el ISR de prestaciones ha ganado terreno en las últimas semanas en el Congreso de la Unión. La propuesta de la diputada Jiménez Vásquez se suma a otros proyectos que buscan el mismo objetivo, pero enfocados en el aguinaldo.
El mes pasado, la Cámara de Diputados recibió otras dos iniciativas relacionadas con la exención del ISR en el aguinaldo:
- Propuesta del PAN: Plantea eliminar el pago del impuesto del aguinaldo sin importar el monto recibido. Los legisladores panistas estiman que esta medida implicaría una renuncia fiscal de 20,000 millones de pesos al año, un costo que sería compensado con el fomento del consumo.
- Propuesta del PRI: Busca retornar al salario mínimo como medida para gravar el aguinaldo. La iniciativa del PRI propone que quede libre de impuesto un monto equivalente a un salario mínimo mensual de la zona geográfica donde radica el trabajador.
Como toda iniciativa presentada, la propuesta de Morena debe seguir un «largo camino». Después de su publicación en la Gaceta Parlamentaria (realizada el pasado 11 de noviembre), la iniciativa será analizada y debatida en comisiones. Solo de ser aprobada en comisiones podrá pasar al Pleno de la Cámara de Diputados y, si se aprueba ahí, deberá ser enviada al Senado de la República para su revisión final.
La legisladora Naty Poob Pijy también aprovechó para destacar los avances en materia laboral reciente, señalando que el salario mínimo pasó de 89.44 pesos en 2018 a 193.44 pesos en 2024, representando un aumento del 137 por ciento durante el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Es importante recordar, tal como señalan las autoridades, que el ISR es un impuesto que se cobra tanto a personas físicas (como los trabajadores) como a personas morales (empresas) y ayuda a financiar la construcción de infraestructura pública, programas de salud y la pensión de los adultos mayores, de acuerdo con el Servicio de Administración Tributaria (SAT).
El impulso para reformar el artículo 93 de la Ley del ISR subraya una tendencia creciente en el espectro político mexicano: priorizar el ingreso disponible del trabajador frente a las presiones inflacionarias. No obstante, ¿está preparado el sistema fiscal mexicano para soportar la renuncia a una recaudación que puede alcanzar miles de millones de pesos, confiando únicamente en que el estímulo al consumo compense el vacío, o se abrirá un nuevo frente de debate fiscal de cara a la siguiente administración?











