
La economía mexicana frena en seco: marzo marca un retroceso preocupante
A pesar de los intentos de estabilización, la economía de México vuelve a tropezar. Marzo de 2025 cerró con señales claras de retroceso económico, impulsadas por una desaceleración en sectores clave como la industria y los servicios. Según datos preliminares del Inegi, el país enfrentará un primer trimestre débil, lo que enciende alertas para el resto del año.
El freno económico de marzo: señales desde el sur del país
Contexto nacional con impacto local
La desaceleración de la economía mexicana no es una abstracción lejana para el sureste del país. En estados como Quintana Roo y Yucatán, donde los servicios representan una fracción sustancial del PIB local, una caída en el comercio, el turismo y los servicios financieros puede traducirse en menor empleo, menor inversión y una desaceleración del consumo interno.
La industria, aunque menos representativa en la Península, también juega un papel importante, sobre todo en Campeche y Tabasco, donde los sectores petrolero y de transformación tienen peso. Por eso, los datos del Inegi sobre marzo deben leerse también como una alerta regional.
¿Qué nos dice el Ioae sobre marzo de 2025?
Cifras clave del retroceso
El Indicador Oportuno de la Actividad Económica (Ioae), que permite estimar de forma anticipada la evolución del Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), arrojó un resultado negativo para marzo:
- Caída anual del IGAE: -0.2%
- Variación mensual: 0.0% (estancamiento)
Esto sugiere que la economía no sólo no creció, sino que comenzó a revertir el leve dinamismo de meses anteriores. Aunque febrero tuvo un avance mensual de 1.1%, marzo no logró mantener la tendencia.
Industria en declive
Las actividades secundarias, que agrupan a la industria manufacturera, minera, construcción y energía, cayeron:
- Anual: -0.3%
- Mensual: 0.0%
Esto significa que el motor industrial no sólo se desacelera, sino que se detiene. El dato preocupa porque es uno de los sectores que suele anticipar la dirección de la economía en su conjunto.
Servicios sin fuerza
Las actividades terciarias, que incluyen servicios como comercio, turismo, comunicaciones y transporte, tampoco ofrecieron alivio:
- Anual: +0.3%
- Mensual: -0.1%
En un país donde más del 60% del PIB proviene de servicios, una contracción mensual aunque leve, indica debilidad estructural.
¿Por qué está cayendo la economía?
Factores detrás del debilitamiento
El retroceso observado responde a varios factores combinados:
1. Enfriamiento industrial
Después de un avance del 0.4% anual en febrero, la industria no pudo sostener el ritmo en marzo. El freno de actividades manufactureras, afectadas por menor demanda externa e incertidumbre interna, tuvo un efecto directo.
2. Ralentización de servicios
En febrero, los servicios crecieron 0.5% mensual. Pero en marzo ese impulso desapareció. Parte de esta ralentización se explica por el cierre del ciclo vacacional, la incertidumbre electoral y un entorno global menos favorable.
3. Efecto base y alta inflación
Muchos de los incrementos de principios de año respondían a una comparación con meses débiles del 2024. Con la inflación aún presionando el consumo, el crecimiento del primer trimestre de 2025 pierde vigor.
¿Qué significa esto para el sur del país?
Una región vulnerable a la desaceleración
En el Caribe Mexicano y el sur del país, los efectos pueden sentirse con mayor intensidad:
- Turismo en pausa: Semana Santa fue temprana y dejó menor derrama en abril, reduciendo el impulso a servicios.
- Inversión en duda: La falta de claridad en proyectos federales como el Tren Maya y el Corredor Transístmico podría frenar inversiones.
- Empleo informal en riesgo: La desaceleración golpea primero a los trabajadores sin contrato, mayoría en muchos municipios del sureste.
Reflexiones desde el análisis económico
¿Un bache o un cambio de tendencia?
El área de análisis de CIBanco advierte que si bien marzo muestra una caída, esta podría ser parte de una secuencia más larga de retrocesos. Si se confirma que febrero también tuvo un desempeño negativo real, el país acumularía tres meses consecutivos de retroceso económico.
Peligro de estancamiento prolongado
El problema no es una caída fuerte, sino el riesgo de estancamiento estructural: crecimiento plano, baja productividad y escasa inversión privada. Esto puede tener un impacto duradero en regiones que dependen del dinamismo del turismo, el comercio y la inversión pública.
¿Qué sigue para la economía mexicana?
Expectativas para el segundo trimestre
El segundo trimestre será clave. La combinación de elecciones federales, política monetaria aún restrictiva y falta de impulso industrial hacen que los analistas sean cautelosos:
- El Banco de México mantiene tasas altas, limitando el crédito.
- La incertidumbre política frena decisiones de inversión.
- La inflación sigue alta, aunque con tendencia a la baja.
Si abril y mayo no muestran señales de recuperación, la economía podría cerrar el primer semestre con balance negativo.
Señales que no se deben ignorar
Marzo de 2025 se perfila como un punto de inflexión para la economía mexicana. La caída en la industria y la debilidad de los servicios indican que el crecimiento sigue sin consolidarse. Para estados del sur como Quintana Roo, Campeche o Yucatán, estos datos son más que estadísticas: son señales de alerta que deben leerse con urgencia. El reto no es solo evitar una recesión técnica, sino garantizar que el crecimiento llegue también a las regiones históricamente rezagadas.