
El acero en juego: el nuevo pulso comercial entre México y EE. UU.
Un llamado desde Palacio Nacional volvió a poner sobre la mesa los roces económicos entre México y Estados Unidos. Claudia Sheinbaum y Donald Trump discutieron sobre acero, aluminio, autos, jitomate y hasta agua.
La mañana del 21 de abril, desde Palacio Nacional, la presidenta Claudia Sheinbaum confirmó un diálogo que marca un nuevo capítulo en las relaciones bilaterales: una conversación directa con Donald Trump, expresidente y hoy aspirante a regresar a la Casa Blanca. Aunque no hubo acuerdos formales, sí hubo exposición de posturas duras y claras por parte de México.
Acero y aluminio, la disputa arancelaria sin fin
Un déficit incómodo para Estados Unidos
Sheinbaum puso sobre la mesa un argumento poco discutido: México importa más acero y aluminio de lo que exporta a EE. UU. Esto contradice la narrativa estadounidense de desequilibrio comercial. “Somos deficitarios”, dijo la mandataria, dejando claro que cualquier incremento arancelario impacta más a la industria nacional mexicana que a la estadounidense.
Este señalamiento no es menor. En el contexto del T-MEC (Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá), el flujo libre de bienes industriales es un pilar esencial. Si Trump impone aranceles fuera de este marco, estaría violando indirectamente la lógica del acuerdo.
Aranceles fuera del tratado, el punto crítico
La presidenta fue enfática: todo lo que entra bajo el T-MEC debería tener arancel cero. Lo demás puede discutirse, pero no sin análisis técnico. Este matiz abre un debate profundo sobre qué bienes caen fuera del tratado y cómo se decidirá su tratamiento. Sheinbaum planteó llevarlo a comisiones técnicas, evitando un conflicto frontal, pero defendiendo con firmeza los intereses industriales mexicanos.
El sector automotriz, una línea roja
Trump y el arancel del 25%
Desde que anunció su intención de imponer un arancel del 25% a autos importados, Trump ha generado alerta en toda Norteamérica. Para México, que depende en gran parte de las exportaciones automotrices, sería un golpe directo a uno de sus motores económicos clave.
Sheinbaum no dio muchos detalles, pero subrayó la “defensa de México y de sus exportaciones”. La frase refleja la gravedad del asunto: no se trata solo de economía, sino de soberanía productiva.
El T-MEC como escudo estratégico
En este punto, el tratado trilateral vuelve a ser central. El sector automotriz está altamente integrado en América del Norte. Imponer aranceles unilaterales rompe la cadena de valor que, por diseño, beneficia a los tres países. México ha insistido en que cualquier cambio debe negociarse dentro del marco del T-MEC, no al margen de él.
Jitomate, aguas y el rostro agrícola del conflicto
El jitomate, otra vez en el ojo del huracán
El jitomate mexicano ha sido históricamente uno de los productos más disputados en la relación comercial bilateral. Desde subsidios hasta acusaciones de dumping, este cultivo ha protagonizado tensiones agrícolas recurrentes. La inclusión del jitomate en la conversación sugiere que Trump podría revivir medidas proteccionistas.
México, primer exportador mundial de jitomate fresco, depende de la estabilidad en este rubro para miles de pequeños y medianos productores, particularmente en el norte del país.
El agua del Tratado de 1944
El otro tema espinoso es el agua. Basado en un tratado firmado hace más de 80 años, México debe entregar anualmente cierta cantidad de agua a EE. UU. vía el río Bravo. La escasez reciente y la presión de agricultores texanos ha convertido este compromiso en un tema de seguridad hídrica.
Sheinbaum adelantó que habrá una reunión técnica este miércoles para evaluar la disponibilidad de agua. No es un tema menor: el incumplimiento del tratado podría escalar en tensiones diplomáticas y sociales, especialmente en regiones fronterizas como Chihuahua y Tamaulipas.
Un diálogo sin acuerdos, pero con señales políticas claras
Trump y Sheinbaum, estilos opuestos
El hecho de que Sheinbaum hablara directamente con Trump, y no con funcionarios del actual gobierno de Biden, sugiere un juego político anticipado. Trump, en campaña, y Sheinbaum, recién llegada a la Presidencia, establecen puentes con miras al 2025.
Ambos son líderes con visiones distintas del comercio. Sheinbaum busca mantener los beneficios del T-MEC; Trump, con su enfoque nacionalista, parece dispuesto a reconfigurarlo.
Un mensaje hacia dentro y hacia fuera
El anuncio desde la Mañanera no fue casual. Sheinbaum quiso marcar postura ante México y el exterior. Su mensaje fue claro: hay firmeza, hay argumentos y hay estrategia. Aunque no hubo acuerdos, sí hubo claridad política.
Contexto regional: ¿cómo impacta al Caribe Mexicano y al sur?
Exportaciones y cadenas logísticas en riesgo
Aunque muchos de estos temas parecen lejanos al Caribe Mexicano, lo cierto es que estados como Yucatán y Quintana Roo dependen cada vez más de las cadenas logísticas y de distribución que conectan con el centro y norte del país. Un aumento en costos de acero o jitomate puede encarecer construcciones, insumos turísticos y alimentos.
Agua y clima: el otro frente en el sur
El tema del agua es especialmente sensible en el sureste. Con la presión de sequías, sobreexplotación de cenotes y megaproyectos turísticos, cualquier conflicto en torno al agua tiene ecos en la península. La renegociación o tensión por el tratado de 1944 podría volverse un tema nacional con efectos locales.
Lo que Sheinbaum le dijo a Trump también lo dijo al país
El diálogo entre Sheinbaum y Trump fue más que una llamada. Fue una toma de posición. Sin acuerdos, pero con claridad. La presidenta mexicana defendió sectores clave, propuso rutas técnicas y mantuvo el marco del T-MEC como eje central. En tiempos de alta tensión política global, esta conversación es una señal de los retos que enfrentará México en los próximos años.
Desde el acero hasta el jitomate, pasando por el agua, Sheinbaum dejó claro que no dará pasos sin argumentos, ni permitirá que decisiones unilaterales rompan el frágil equilibrio comercial. La pregunta que queda en el aire es si Trump, en caso de volver al poder, estará dispuesto a escuchar.