
Playas de la bahía de Acapulco enfrentan una acumulación sin precedentes de lirio acuático. Desde el sábado pasado, más de 20 toneladas diarias han sido recolectadas, un fenómeno que prestadores de servicios califican como histórico y atribuyen a cambios en las corrientes marinas tras la apertura natural de la Barra de Coyuca.
Escala del fenómeno en la bahía
La magnitud del arribo es notable. Según reportes, la recolección de lirio acuático supera las 20 toneladas cada día desde el sábado pasado. Esta vasta cantidad de vegetación marina ha sido arrastrada directamente hacia la franja de arena de las playas de Acapulco.
Un evento atribuido a corrientes inusuales
Prestadores de servicios en la zona describieron este hecho como histórico. Argumentan que nunca antes se había observado que el lirio acuático fuera impulsado con tal fuerza por el mar hasta la arena. Atribuyen este fenómeno a un cambio de corrientes marinas, desencadenado por la apertura natural de la Barra de Coyuca en días pasados, ubicada al poniente de la ciudad.
Impacto en playas y bañistas
Playas icónicas como El Morro, Papagayo, y Malibú se vieron visiblemente afectadas, quedando repletas de esta planta. Aunque las autoridades han señalado que el lirio no representa un riesgo para la salud humana, su presencia sí impide que los bañistas disfruten plenamente de su visita. Además del lirio, las corrientes arrastraron troncos de gran tamaño, ramas, y diversos desechos inorgánicos.
El amplio operativo de limpieza
La tarea de limpieza moviliza a diversas entidades y sectores. Participa personal de la Promotora de Playas, la Secretaría de Turismo de Guerrero, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo, y prestadores de servicios de la franja de arena. Las brigadas se han desplegado a lo largo de toda la bahía, cubriendo playas desde Caletilla y Caleta hasta Icacos. Para retirar el lirio, conocido localmente también como cola de pato o coño, se utilizan herramientas básicas como palas y rastrillos, complementadas con el apoyo de tres máquinas retroexcavadoras y camiones de volteo para trasladar la materia orgánica al relleno sanitario.
Este volumen inusual de lirio acuático, impulsado por corrientes marinas calificadas de cambiantes, ha transformado temporalmente el paisaje de la bahía de Acapulco, generando un desafío logístico que requiere una respuesta conjunta de autoridades y la comunidad de prestadores de servicios para restaurar el acceso a las playas.