
Se confirma: La locomotora del Congreso del Estado “camina” al revés.
Y es que, otra vez, al Congreso del Estado se le hizo bolas el engrudo con la Ley de Expropiación, Ocupación Temporal y Limitación de Dominio.
Sin decir “agua va” y, como en anteriores ocasiones, la aplastante mayoría cuatroteísta aprobó la denominada Ley de Expropiación, Ocupación Temporal y Limitación de Dominio, que se entendió como una manera en la que el Gobierno del Estado amplía sus posibilidades de quedarse con predios de particulares. De hecho, ya se le empezó a llamar Ley Despojo.
Pese a la aprobación “fast track”, no tardaron en surgir expresiones de inconformidad, especialmente del sector privado.
Y la locomotora siguió su marcha al revés:
Primero se aprobó la ley y luego salieron a explicarla. Prácticamente, primero se dio la solución y luego se explicó cuál era el problema. Es decir, al revés.
Pero se trata de una rutina “legislativa” recurrente:
- Se presenta una iniciativa que nadie veía venir.
- Se aprueba súper fast track.
- Desde el Ejecutivo se sale a explicar los problemas que viene a resolver la nueva ley.
- Y, finalmente, se abre la posibilidad de corregir la nueva ley… aunque puede ser que no, y al final todo quede igual.
Ya es tiempo de bajarle la velocidad a la locomotora y, sobre todo, hacer que avance hacia adelante.