
Por Gilberto Avilez
A pocos meses de que terminó el anterior proceso electoral a nivel nacional y estatal, y de que Morena acaparó todos los municipios en Quintana Roo, llevándose el carro completo por el efecto Amlo que todavía dio para este año en su vendimia de votos, en un apartado lugar del centro del estado, en José María Morelos, pareciera que las figuras políticas que resplandecieron por breves momentos en la grilla del patio hace unos meses, se han como afantasmado, borrado casi del mapa político, incluso silentes y dando los últimos pataleos de su derrota estrepitosa que tuvieron frente a Erik Borges Yam, el primer presidente –y será el único- en la historia de este municipio en reelegirse.
Primero, más duró en bailar en sus mítines que en obtener su curul en el Ayuntamiento de José María Morelos, el ex candidato del MC, Francisco Puc, quien a cuatro días de ocupar su séptima regiduría, un juez de control lo inhabilitado por negligencia en el servicio público cuando era alcalde de Sabán. Recordemos que hace unos años, una turba enardecida de “sabaneros” hizo un secuestro exprés en la alcaldía de Sabán, a quien era secretaria del Ayuntamiento, y por redes se vio ese fragrante bochorno. Hasta la fecha, Puc Cen no es regidor, y hace unos días el Tribunal Electoral de Quintana Roo (Teqroo) rechazó por improcedente un juicio promovido por “Xiximac” para la protección de sus derechos políticos electorales (número JDC/054/2024).
Desfondado el “líder maya” de Sabán y obsoleto el MC municipal, para los verdes tampoco ha pintado nada bien la cosa con su “líder” que se siente más bien un “patriarca” de una “gran familia” de borregos, en vez de un representante moderno de un partido que entiende de razones y lógicas partidistas. Y es que Luis Carrillo, un desangelado y adormilado ranchero que ocupa una regiduría en la actual administración municipal de José María Morelos, ha intentado ponerse a las bravas con el presidente Erik Borges Yam, pero solo ha dado pifia tras pifia. La primera pifia, fue presentarse como el único opositor del Rebelde (algo que ni el propio Carrillo se la cree ni en sus siestas de la tarde), pero no entendiendo que en la administración pública existen mecanismos de financiamiento flotante, en una pasada sesión de cabildo, el que era regidor del Partido Verde, cuestionó que se sacara del Fortamun una partida para reforzar la seguridad ciudadana de José María Morelos. Alegó un sinfín de inexactitudes e improperios contra la administración rebelde, pero sus palabras cayeron en el vacío. Es necesario, sin duda, reforzar la seguridad en el municipio de José María Morelos, y este señor ranchero dice lo contrario, alegando motivos inciertos como “falta de transparencia” y que se dejaría al garete otras áreas municipales. Sin duda, la reasignación de recursos es parte de una administración moderna y flexible a los cambios que se dan en el día a día, pero esto no lo entiende en su cerrada apreciación el ranchero de Peto.
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Renuncio al Partido, pero no a mi regiduría
La otra pifia, y me parece la pifia mayor que ha hecho en menos de un semestre el regidor Carrillo, fue pelearse públicamente, hacer público su resentimiento con la cúpula del Partido Verde que representa Renán Sánchez Tajonar, al renunciar al partido Verde y a la coordinación municipal de ese partido, pero no así a su regiduría. En un video subido en sus redes, el ranchero acusó de este modo a Sánchez Tajonar: “La militancia es con Luis Carrillo, la familia es LC, como siempre he dicho. Lamentablemente la dirigencia estatal del PVEM que encabeza Renán Sánchez Tajonar nunca tuvo la capacidad ni la voluntad para dignificarla o darle valor a esta gran militancia, a esta gran familia que tengo el honor ser su portavoz. Fue a la vista de todos, propios y extraños, el poco o nulo caso e interés de la dirigencia estatal en respaldar o apoyar nuestro proyecto en las pasadas elecciones…”
Y dijo que por “respeto a la dignidad política, al esfuerzo y a los resultados históricos – ¿cuáles?, si fueron estrepitosamente derrotados en las urnas por el Rebelde- obtenidos por este gran equipo en el municipio, es que declaro mi renuncia formal y de carácter irrevocable al PVEM, así como a la coordinación municipal”. Renuncia al Verde, pero no tonto el señor, no renuncia a la regiduría que, en estricto sentido partidista, le corresponde a un verdadero militante del Verde. Es decir, la dignidad política no es entendida en que el señor Carrillo renuncie a su regiduría.
Esta renuncia ridícula –que a nadie le interesa, mucho menos a la cúpula del verde en Cancún- solo es un solitario acto que demuestra la inmadurez política de Luis Carrillo (a pesar de que el señor ya es casi senecto), al echarle la culpa a todos, menos a él, de su derrota política de este año, y no aceptar que aquella apabullante derrota en las pasadas elecciones fue porque el ciudadano josemariamorelense, el pueblo llano y corriente, el pueblo de los “duramil”, no el de los burguesuelos con los que se junta el señor Carrillo, no lo ve como opción real a un ranchero que vive a las afueras, en su burbuja de privilegios. Esto en primer lugar, en segundo lugar, y no sobra decirlo, es el fuerte trabajo que en tres años hizo la administración municipal del Rebelde: el trabajo a ras de pueblos, el trabajo constante con las clases populares, con el pueblo maya, fue el boleto directo para que el hijo de Kantemó obtenga su reelección.
¿Pero por qué en realidad renunció Luis Carrillo al Verde en José María Morelos? Esa “dignidad política” que alega, me comentan que tiene un trasfondo más burdo. Y es que los meros-meros del Verde a nivel estatal, simplemente -carajos, gritos y mentadas de madre de por medio – lo defenestraron porque no les rendía dividendos políticos. Es decir, no renunció, lo hicieron renunciar de forma ridícula, casi lo sacaron a patadas del partido Verde en el estado. ¿Y qué busca ahora este novel político? Lo cierto es que su posición política ya está muy comprometida hacia el vacío, y camina a pasos agigantados hacia la orfandad política, aunque se sienta que es un patriarca de una gran familia llamada “LC”.
Desfondados los liderazgos de Movimiento Ciudadano y del Partido Verde en JMM, el partido Morena que dirige el presidente Erik Borges Yam, cada vez consolida más su indiscutido poder en esta región de la Zona Maya.